Los adultos que fueron testigos de peleas entre sus padres mientras crecían son más propensos a sufrir problemas de salud mentales, de acuerdo con los investigadores que estudiaron a 3,023 adultos en París.
El estudio analizó el estado de depresión actual de los participantes así como su experiencia de violencia contra sus hijos, actos de violencia hacia su pareja, intentos de suicidio y dependencia del alcohol. A los participantes también se les preguntó sobre sus experiencias infantiles con los padres, y el 16 por ciento dijo que fue testigo de actos de violencia entre sus padres, de acuerdo con el informe publicado en línea recientemente en la Journal of Epidemiology and Community Health.
Los investigadores, Christelle Roustit de INSERM en París y colegas, encontraron que la violencia entre los padres era mucho más común en ciertas circunstancias. Era hasta ocho veces más común entre los padres alcohólicos así como en las familias que tenían problemas financieros, problemas de vivienda, si uno de los padres estaba desempleado o si tenía una enfermedad grave, informaron.
Tras ajustar otros factores, los investigadores concluyeron que las personas que habían estado expuesta a la violencia entre los padres eran 1.4 veces más propensas a tener depresión, más de tres veces propensas a tener una relación violenta con su pareja, casi cinco veces más propensas a tratar mal a sus hijos y 1.75 veces más propensas a tener dependencia del alcohol.
«Intensificar la prevención y evaluación de la violencia doméstica, incluida la violencia interparental, es un asunto importante que debe afrontar el sistema de salud pública por el bienestar de las generaciones futuras», concluyeron Roustit y colegas.
FUENTE: Journal of Epidemiology and Community Health, news release, May 27, 2009
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