Las várices esofágicas sangrantes son una manifestación grave de enfermedades hepáticas crónicas, principalmente la cirrosis, que conlleva una serie de complicaciones potencialmente mortales. Este fenómeno ocurre cuando la circulación sanguínea en el hígado se ve obstruida por tejido cicatrizal, forzando a la sangre a desviar su curso hacia las venas del esófago, provocando su dilatación y eventual ruptura, las Várices Esofágicas con Prevención y Salud se vence.
Causas y Desencadenantes
La cicatrización del hígado, o cirrosis, emerge como la principal causa de las várices esofágicas. La presencia prolongada de enfermedades hepáticas como la hepatitis crónica, el abuso de alcohol, y trastornos metabólicos del hígado incrementan significativamente el riesgo de desarrollar esta afección. En algunos casos, estas várices también pueden aparecer en la parte superior del estómago, exacerbando el riesgo de sangrado.
Síntomas
Muchas personas con várices esofágicas no presentan síntomas hasta que ocurre un sangrado, lo que puede manifestarse en heces con sangre digerida (negra), mareos, palidez y vómitos sanguinolentos. Estos signos deben tratarse como una emergencia médica, dada su potencial fatalidad.
Diagnóstico y Tratamiento Oportuno
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y procedimientos como la endoscopia superior, que permite una visualización directa de las várices. La detección temprana es clave, especialmente en personas recién diagnosticadas con cirrosis, para prevenir episodios de sangrado.
El tratamiento se enfoca en detener el sangrado de manera urgente, utilizando técnicas endoscópicas como la inyección de medicamentos coagulantes o la ligadura con bandas. Medicamentos que reducen la presión en la vena porta, como los betabloqueadores, son también esenciales para prevenir futuros sangrados. En casos severos, se puede considerar procedimientos como la derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS) o incluso un trasplante de hígado.
Prevención y Concienciación
La prevención de várices esofágicas sangrantes se enfoca en tratar enfermedades hepáticas y adoptar hábitos saludables. Es vital moderar el consumo de alcohol, seguir una dieta balanceada y controlar cualquier enfermedad hepática con revisiones médicas frecuentes. Estas medidas pueden reducir el riesgo de forma notable.
Vence las Várices Esofágicas con Prevención y Salud. Es esencial concientizar sobre este tema . Esto aplica tanto a individuos con riesgo de enfermedades hepáticas como al público en general. Destacamos la importancia de prevenir y tratar a tiempo las afecciones hepáticas.
