Se realizó un estudio en siete ciudades de Canadá, y se encontró una relación directa entre el aumento de la contaminación del aire, con un incremento en las consultas a los departamentos de emergencia por enfermedades asociadas con el corazón y los pulmones.
El equipo del doctor David M. Stieb, de Health Canada, en Ottawa, Ontario, identificó un aumento de las consultas a los Servicios de Urgencias Médicas por problemas cardíacos junto con elevaciones de los niveles de monóxido de carbono y de dióxido de nitrógeno.
Además, se detectó un crecimiento en las consultas por problemas respiratorios tras el aumento de los niveles de ozono.
Los autores explicaron que podría existir alguna relación entre el aumento de la contaminación ambiental y las hospitalizaciones, sin embargo aún no encuentran evidencias rotundas entre la evolución de la salud de la población sana con el aumento de la polución.
El equipo estudió las consultas a los DE porque representan a una muestra más amplia, y saludable, de la población que las hospitalizaciones. Menos de la mitad de las personas atendidas en los DE están tan graves como para quedar hospitalizadas.
Los investigadores, analizaron datos de fines de la década de 1990 y de comienzos de los 2000 sobre consultas en los Servicios de Emergencias de 14 hospitales en Canadá, junto con registros de polución del aire del sistema de seguimiento de la contaminación ambiental (National Air Pollution Surveillance) y datos del tiempo para el mismo período.
Los lazos más «consistentes» fueron entre el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno y las consultas por infarto, angina de pecho o insuficiencia cardíaca, y entre los niveles de ozono y las consultas por asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Las relaciones fueron más sólidas en los meses más cálidos del año, en especial para la contaminación del aire y las consultas a los DE por asma, que fueron entre tres y cuatro veces más frecuentes entre abril y septiembre que en todo un año.
Eso puede atribuirse a que las personas pasan más tiempo al aire libre en los meses con temperaturas más agradables, lo que eleva su exposición a la contaminación ambiental.
El equipo concluyó: «Esos resultados suman más fuerza a los argumentos sobre el papel de la contaminación ambiental en la aparición de enfermedades y demuestran que las intervenciones para reducir los niveles de sustancias contaminantes deberían ser parte de las estrategias para disminuir las consultas a los Servicios de Emergencias por problemas cardiorrespiratorios».
FUENTE: Environmental Health, 10 de junio del 2009