Olvídese del gimnasio. Si quiere ponerse en forma, todo lo que necesita es su amigo de cuatro patas.
El Dr. Robert Kushner, experto en obesidad humana y profesor de medicina de la Facultad de medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, afirmó que los perros son grandes compañeros de ejercicio para ganarle la batalla al peso excesivo.
«Son máquinas naturales de hacer ejercicio que han sido domesticadas», aseguró.
La investigación ha mostrado que es más fácil ser físicamente activo y apegarse a un programa de ejercicio cuando alguien cuenta con un compañero de ejercicio, afirmó Kushner. Pero a diferencia de un compañero humano, que podría dar excusas cuando no quiere ir a caminar, un perro siempre estará dispuesto. Por lo general serán los primeros en salir por la puerta, listos para la acción, llueva o brille el sol.
Deborah Wood, gerente de un refugio de animales de Portland, Oregón, perdió 140 libras (casi 64 kilos) tras inscribirse en un programa nacional de pérdida de peso y hacer caminatas de tres millas (casi cinco kilómetros) con sus tres perros papillones, empujando a los dos más viejos en un carrito para perros.
«Siempre me gustó caminar con mis perros», dijo Wood, «pero simplemente lo convertí en prioridad y trabajé para caminar cada vez más rápido».
Encontrar la velocidad correcta para alcanzar los beneficios de salud de la caminata es fácil, aseguró la Dra. Dawn Marcus, profesora del departamento de anestesiología del Centro médico de la Universidad de Pittsburgh. «Si le falta tanto la respiración que no puede hablar con alguien, probablemente está caminando a un paso demasiado acelerado», explicó. «Por otro lado, si camina tan lentamente que puede cantar con facilidad, probablemente no esté caminando con suficiente rapidez».
Si su perro tiende a pasear lentamente por la calle, aconsejó, se puede intensificar el ejercicio caminando por una ruta más montañosa o bajar y subir de las aceras.
Marcus aseguró que uno de sus «colegas» más apreciados en el hospital es Wheatie, su wheaten terrier, que es un perro entrenado para terapia hospitalaria. «He visto que Wheatie motiva a los pacientes a abrirse, intentar cosas nuevas y hacerse más sanos», apuntó.
Pero el entusiasmo por el ejercicio es apenas una de las conductas sanas que los humanos pueden aprender de los perros, enfatizó Marcus, que el año pasado escribió Tan en forma como Fido: Siga a su perro a una mejor salud. Los perros instintivamente duermen lo suficiente y mantienen una buena hidratación, ejemplos de rasgos que han sido relacionados con la pérdida de peso en humanos.
«Muchas veces, como humanos confundimos el deseo de beber agua con el deseo de comer más», advirtió Marcus.
Actualmente, se calcula que dos de cada tres adultos de EE. UU. tienen sobrepeso. Y tener sobrepeso, enfatizó Kushner, se ha asociado con problemas médicos significativos, entre ellos enfermedad cardiaca, diabetes, presión arterial alta, cáncer y accidente cerebrovascular.
Hace unos pocos años, Kushner fue coautora de un estudio para ver si las mascotas y la gente se podían ayudar mutuamente a perder peso. Éste comparó la pérdida de peso de 36 personas que tenían sobrepeso que se emparejaron con un perro obeso, con la pérdida de peso de 56 personas con sobrepeso que participaron solas.
A las mascotas se les alimentó con una dieta en que se controlaron las calorías. Cuando se alcanzó su peso ideal, según su raza y edad, los animales fueron asignados a una dieta de mantenimiento. Las personas que participaron en el estudio recibieron asesoría dietética y se les animó a caminar al menos tres veces a la semana durante treinta minutos.
El estudio, que apareció en la revista Obesity, encontró que las personas que tenían perros fueron ligeramente más activas que las que no, y que, tras un año, habían perdido un promedio de once libras (cinco kilos), o 4.7 por ciento de su peso corporal.
Los perros gordos también se beneficiaron del sistema de compañeros. Perdieron un promedio de doce libras (casi 5.5 kilos), o quince por ciento de su peso corporal.
Kushner señaló que las mascotas realmente motivan a la gente a permanecer con una dieta y plan de ejercicio hasta perder peso y mantener la pérdida. Las personas del estudio reportaron que sus perros no sólo les daban un incentivo para hacer ejercicio, sino que también hicieron que la experiencia fuera más agradable, dos predictores para mantener un programa de ejercicio a largo plazo, aseguró.
Para Wood, esos largos paseos con sus perros dieron resultado. Ahora mismo su cuerpo es la mitad de lo que era, y bajó de tamaños de vestido de 3X a 8.
«Pasear al perro es totalmente divertido», apuntó Wood. «Es bueno para el perro y es bueno para el humano».
FUENTES: Robert Kushner, M.D., professor, medicine, Feinberg School of Medicine, Northwestern University, Chicago; Deborah Wood, Portland, Ore.; Dawn Marcus, M.D., professor, department of anesthesiology, University of Pittsburgh Medical Center, Pittsburgh, Pa.; Obesity