En esta época de vacaciones cuando miles de personas se preparan a regresar en avión a sus lugares de origen, es importante tomar algunas sencillas medidas para evitar el llamado “Síndrome de Clase Turista“.
Este surge cuando se realizan viajes largos en avión y el pasajero permanece sentado sin realizar mayores movimientos, lo que puede provocar que se forme un coágulo en las vena profunda de la parte baja de las piernas. Este cóagulo puede dirigirse a otras zonas del organismo, por ejemplo a los pulmones, ocasionando entonces una trombo-embolia pulmonar.
El término “Síndrome de la clase turista” apareció poco después de que en 1998, una joven de 28 años que viajaba desde Australia hasta Gran Bretaña falleció poco después de que el avión aterrizara. Las investigaciones determinaron que el deceso se debió a un cóagulo que se formó en sus piernas debido a que permaneció sentada todo el tiempo, además de que viajaba en clase turista o “económica” por lo que el espacio era más reducido para mover las piernas.
Las investigaciones también han encontrado que existen otros factores que pueden propiciar la formación de coágulos al realizar viajes largos, como son el uso de pastillas anticonceptivas o estar embarazada, tener antecedentes de formación de coágulos o haber permanecido inmóvil por más de un día a causa de una convalecencia.
Sin embargo este síndrome no solo se presenta en quienes viajan en avión sino también en quienes realizan viajes largos en autobús o en automóvil y viajan sentados por largas horas, sin detenerse para estirar las piernas.
Para evitar este tipo de problemas, los médicos recomiendan no usar ropa o zapatos apretados al viajar, no cruzar las piernas, mover los dedos de los pies con regularidad y levantarse a caminar antes de que se cumplan 3 horas de viaje.