Uno de los padecimientos más comunes entre los niños pequeños, de entre 6 meses y 2 años, es el Rotavirus, que también puede afectar a los adultos. Se trata de una enfermedad que puede ser mortal y que es ocasionada por una serie de virus, de la familia Reoviridae.
El Rotavirus generalmente se presenta en la época invernal. A nivel mundial se considera que cada año provoca 600 mil muertes, así como 24 millones de visitas al médico. En México, se considera que ocasiona la mitad de las hospitalizaciones en niños menores de un año.
Cuando se presenta una infección los principales síntomas del Rotavirus son los vómitos, diarreas y fiebre.
La incubación del Rotavirus puede durar de 18 a 36 horas, tiempo en que un niño puede presentar diarrea, la que durará de tres a siete días. A menudo la enfermedad se inicia con vómitos, que podrían estar acompañados de fiebre. Si el niño presenta diarrea grave y vómitos puede sufrir una deshidratación por la pérdida de fluidos y electrolitos, lo que puede ocasionarle insuficiencia cardio-circulatoria, arritmia cardiaca y la muerte.
El Rotavirus se encuentra en altas concentraciones en las heces de los niños infectados y se transmite típicamente por vía fecal-oral. Es decir, por las manos y los objetos contaminados que transmiten el virus de un niño infectado a otro.
Por lo general el tratamiento consiste en combatir la deshidratación y prevenir los contagios, evitando el contacto oral con manos y objetos contaminados, así como acudir al médico rapidamente a fin de que se le proporcione el suero vía oral y se le atienda rapidamente.