La maternidad tardía conlleva riesgos para el bebé y para la mamá, sin embargo un reciente estudio revela que tener un hijo en forma natural después de los 33 años de edad prolonga la vida de la madre.
El estudio, realizado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston revela que esto podría deberse a variaciones genéticas que permiten a las mujeres tener hijos a edades más avanzadas e incluso transmitir dichos genes a sus hijos.
Los investigadores compararon sus resultados con datos estadísticos que revelan que 85 por ciento de las personas que viven más de 100 años son mujeres.
De acuerdo con el estudio de la Universidad de Boston, las mujeres que tuvieron su último hijo después de los 33 años de edad tenían el doble de probabilidades de vivir más allá de los 95 años de edad, en comparación con las mujeres que dieron a luz a su último hijo antes de los 30.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista médica Menopause (Menopausia).
Cabe destacar que investigaciones previas se referían a que las mujeres que tenían un hijo después de los 40 años de edad, tenían 4 veces más probabilidades de vivir hasta los 100 años.