Las personas inteligentes y estables viven más

Los hombres emocionalmente estables e inteligentes vivirían más que los neuróticos y menos inteligentes, según un nuevo estudio.

Los hombres emocionalmente estables e inteligentes vivirían más que los neuróticos y menos inteligentes, según un nuevo estudio.

Los autores hallaron que los hombres con neurosis, que es la tendencia a preocuparse y a tener alteraciones anímicas, y menor capacidad cognitiva tenían más riesgo de morir en una década que los hombres sin esos problemas.

Los investigadores escribieron en la revista Psychosomatic Medicine que las personas neuróticas tienden a ser tensas, ansiosas, más vulnerables a la depresión y más propensas a fumar y tener peor salud que las personas sin neurosis.

Pero los efectos de esos problemas disminuirían en las personas más inteligentes, que serían más propensas a contar con los recursos intelectuales y económicos para contrarrestar los problemas de salud a medida que aparecen.

«Hallamos que el neuroticismo y la inteligencia interactuaban para predecir la mortalidad en veteranos de Vietnam», dijo a Reuters Health el doctor Alexander Weiss, de The University of Edinburgh, en Reino Unido.
Los resultados surgen de un seguimiento durante más de 15 años de 4.200 hombres; 234 murieron durante el estudio.

Tras considerar la influencia de la edad y otros factores, el equipo halló que el aumento del neuroticismo y la disminución de la capacidad cognitiva estuvieron asociados con mayor probabilidad de morir.

«El bajo nivel de inteligencia elevó ese riesgo a través de su relación con una menor calidad de salud y un menor nivel de educación y de ingresos», dijo Weiss. Un «nivel socioeconómico» más alto y una mejor salud física contrarrestaron el efecto de la pérdida de inteligencia, pero no del aumento del neuroticismo, sobre la mortalidad.

«El mensaje más importante de nuestro estudio es que los factores psicológicos pueden interactuar para modificar la salud», agregó.

Los nuevos resultados coinciden con los de estudios previos, que habían asociado los problemas de personalidad con la expectativa de vida.

Por ejemplo: no tender a ser neurótico, ser extrovertido, agradable y concienzudo fueron características asociadas con una mayor expectativa de vida, como lo fue ser inteligente.

FUENTE: Psychosomatic Medicine, mayo del 2009

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