Un nuevo fármaco llamado vismodegib, inhibió la aparición de nuevos tumores y achicó los existentes en personas con el síndrome del nevo basocelular, que produce cientos de carcinomas de células basales en la piel, según revela el estudio publicado en New England Journal of Medicine.
Pero los pacientes tratados con el fármaco padecieron muchos efectos adversos y la suspensión de la terapia provocó la reaparición de los tumores. El síndrome del nevo basocelular, o síndrome de Gorlin, afecta a una de cada 100.000 personas. Esos pacientes tienen una sola copia viable de un gen clave inhibidor de tumores. Vismodegib (Erivedge) compensa ese defecto genético.
Tras ocho meses de administración diaria del medicamento, no se observó un avance de los tumores cutáneos en ninguno de los 26 usuarios voluntarios. Los tumores más grandes se achicaron un 65% en el grupo tratado con vismodegib y un 11% en los 15 participantes del grupo de control.
En algunos casos, los tumores desaparecieron. Se puede limpiar la piel del paciente, señala el Dr. Ervin H Epstein Jr. del Hospital de Niños del Instituto de Investigación de Oakland, en California.
Aun en la biopsia de la lesión quedan muy pocas células o ninguna. Pero cuando se suspende el medicamento, los tumores regresan al mismo lugar. En algunos de esos pacientes se volvió a utilizar el tratamiento y desaparecieron. Hasta el momento, no provocaron resistencia en ningún tumor.
Por ahora, «el tratamiento es quirúrgico. Pero lo más difícil para estos pacientes es que no tienen uno o dos tumores, sino cientos. De modo que estos resultados les darán muchas esperanzas y una nueva opción terapéutica, comenta la Dra. Margaret Mann, directora asociada de cirugía dermatológica del Centro Médico de Case Western.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EUA aprobó el medicamento para el tratamiento de esos cánceres en enero del 2012.
El tratamiento con vismodegib partió de la investigación básica con la mosca de la fruta, que permitió descubrir la vía de Hedgehog. Curis Inc. y Genentech, una subsidiaria de Roche, comercializa el medicamento.
Fuente: The New England Journal of Medicine