Las personas que llegan al hospital a más tardar una hora después de tener los primeros síntomas de accidente cerebrovascular tienen el doble de probabilidades de recibir el tratamiento adecuado, que les salve la vida.
De las más de 100,000 personas tratadas por accidente cerebrovascular en hospitales estadounidenses, 27.1 por ciento de aquellos cuyo tratamiento comenzó dentro de una hora del inicio de sus síntomas recibieron el activador del plasminógeno tisular (APT), según un informe presentado el miércoles en la Conferencia anual sobre el accidente cerebrovascular de la American Stroke Association, en San Diego.
El estudio encontró que apenas 12.9 por ciento de los que llegaron entre una y tres horas después del inicio de los síntomas recibieron el fármaco.
Los resultados del estudio «son noticias buenas y malas», afirmó el autor del estudio, el Dr. Jeffrey L. Saver, director del centro de accidente cerebrovascular de la Universidad de California, en Los Ángeles. «La buena noticia es que el mensaje está llegando, de manera parcial. Estemos tratando a tiempo a muchas más personas de lo que jamás esperábamos. La mala noticia es que apenas alrededor de la cuarta parte de los pacientes llegan al hospital dentro de la hora siguiente a comenzar a presentar síntomas de accidente cerebrovascular».
Los resultados sólo aplican a los hospitales que participan en el programa «Get With the Guidelines» (Cumpliendo directrices) de la American Heart Association, anotó Saver.
Saver añadió que el informe de hoy no discutió el resultado de un tratamiento rápido. Pero un análisis preliminar indica que «por cada cien pacientes tratados, treinta se benefician y tres resultan dañados», dijo.
El uso del APT es el único tratamiento aprobado para el 80 por ciento o más de los accidentes cerebrovasculares causados por el bloqueo de una arteria cerebral con un coágulo sanguíneo. (Los demás resultan de la ruptura de una arteria). Pero hay que usar el medicamento dentro de las tres horas del inicio de los síntomas.
Get With the Guidelines-Stroke es el programa de la asociación para el accidente cerebrovascular dirigido a aumentar el uso apropiado de la terapia con APT para los accidentes cerebrovasculares isquémicos, los causados por un coágulo.
Saver y sus colegas evaluaron los expedientes de 106,924 personas tratadas por accidentes cerebrovasculares isquémicos en 905 hospitales. Encontraron que 28.3 por ciento de ellos llegaron dentro de los 60 minutos del inicio del accidente cerebrovascular, 31.7 por ciento entre una y tres horas después, y 40.1 por ciento más de tres horas después del inicio de los síntomas.
Esa última cifra indica que «tenemos mucho trabajo adicional en educar el público y al personal de los centros de accidente cerebrovascular», afirmó Saver en una declaración. «Por cada minuto en que no se restaura el flujo sanguíneo, casi dos millones de células nerviosas adicionales mueren».
Los síntomas de accidente cerebrovascular incluyen entumecimiento o debilidad en la cara, brazo o pierna, sobre todo en un lado del cuerpo; problemas repentinos para hablar o comprender; problemas repentinos para ver por uno o ambos ojos; o un dolor de cabeza fuerte y súbito.
Cuando ocurren tale síntomas, se debe buscar ayuda de emergencia llamando al 911 o al número del servicio médico de emergencia local, recomienda la asociación.
En el estudio, las personas que llegaron al hospital dentro de una hora del inicio de los síntomas eran más propensas a sufrir un daño cerebral más grave, lo que indica que los síntomas que los llevaron a buscar ayuda fueron más severos, apuntaron los investigadores.
El programa Get With the Guidelines-Stroke cubre ahora a más de 800,000 personas tratadas en más de 1,400 hospitales, afirmó el coautor del estudio, el Dr. Lee Schwamm, profesor asociado de neurología de la Facultad de medicina de la Harvard.
«El registro de datos puede contribuir significativamente a nuestra comprensión de la atención aguda del accidente cerebrovascular y los resultados», afirmó en una declaración.
Unos 800,000 estadounidenses padecen accidentes cerebrovasculares cada año, y alrededor de 300,000 mueren por su causa.
Fuente: Estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.