Cruda: lo que pasa en el cuerpo

El exceso en el consumo de bebidas alcohólicas ocasiona una severa deshidratación, conocida como cruda o resaca.

La cruda es el resultado de la intoxicación del organismo por alcohol, dando como resultado la secreción de enzimas para metabolizar la gran cantidad de alcohol. Sin embargo, cuando las cantidades de alcohol exceden la capacidad del organismo para metabolizarlo, sobrevienen los síntomas característicos de la cruda.

Algunos estudios revelan que la resaca es debida a los procesos metabólicos del hígado, los efectos diuréticos del alcohol y la disminución del azúcar en sangre.

Cuando el alcohol llega a la sangre entre media hora y hora y media después de ingerirlo, bajan los niveles de azúcar en la sangre, lo cual ocasiona una sensación de debilidad y cansancio. Esto se debe a que el alcohol acelera la transformación de glucógeno, responsable de almacenar el azúcar en el hígado, en glucosa y ésta se elimina de forma más rápida.

Otra acción del alcohol, es que inhibe a la vasopresina que es una hormona secretada por el hipotálamo. Esta hormona es la responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando al riñón que reabsorba. Si la función de la vasopresina falla, el riñón empieza a eliminar más agua y provoca que el organismo busque el agua en otros órganos.

Las molestias estomacales se deben a la irritación del recubrimiento del estómago que ocasiona el etanol, que es el principal componente del alcohol. El ardor estomacal será mayor si se mezclaron diferentes bebidas.

Los síntomas de la cruda son: dolor de cabeza, cansancio, sed intensa, ardor de estómago, malestar general, visión borrosa, acidez estomacal, temblores, diarrea, mareos, náuseas y en ocasiones vómito. El paciente con resaca tiene una disminución del rendimiento laboral y de la capacidad cognitiva.

El dolor de cabeza, común en todas las personas que sufren de cruda, resulta de la dilatación de los vasos sanguíneos, de la disminución de glucosa en sangre y la deshidratación.

En la intoxicación etílica se pueden diferenciar dos cuadros, uno de ellos es una intoxicación etílica ligera y el segundo es la intoxicación grave que puede llegar a la muerte. Esta última produce la pérdida de la conciencia, y el individuo no puede despertarse ni siquiera ante estímulos externos. En este caso hay que colocarlo boca abajo y con la cabeza de lado para evitar la bronco-aspiración del vómito, previniendo que se ahogue mientras duerme. Hay que abrigarlo ya que los intoxicados son muy sensibles al frio y pueden llegar fácilmente a la hipotermia.

Si no hay pérdida de la conciencia, conviene que el afectado vomite para sacar los restos de alcohol del estómago, lo que se puede lograr introduciendo los dedos en la boca o tomando agua templada con sal. Para evitar la depresión del sistema nervioso, es bueno darle café en el momento en que está entrando en una fase de estupor. El jugo de frutas frío y azucarado compensará la disminución de los niveles de azúcar en la sangre.

En general se puede decir que los síntomas de la resaca son causados por deshidratación, alteraciones hormonales y efectos tóxicos directos.

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