Un tipo de «lifting» facial muy popular produce mejoras pasajeras en la apariencia y no debería seguir utilizándose por sus riesgos, malos resultados y malestar que produce, concluyeron los autores de un estudio de largo plazo sobre pacientes tratados con el procedimiento.
Este tipo de lifting se realiza con hilos tensores que se colocan debajo de la piel para levantar tejidos faciales caídos.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos aprobó el sistema Contour Threadlift en el 2005, explicó el equipo de la doctora Rima F. Abraham, del Albany Medical College.
Aunque se suspendió esa aprobación después de varios registros de problemas, aún existen productos similares disponibles y el procedimiento se sigue ofreciendo en distintas publicidades.
Para reunir información objetiva sobre los riesgos y los beneficios de los hilos faciales, el equipo estudió a 33 pacientes tratados con la cirugía.
A 23 de ellos se les habían hecho también otras cirugías estéticas; el resto tenía sólo los hilos faciales. Otros 10 pacientes con otros tipos de cirugías plásticas funcionaron como grupo de control.
Cuatro cirujanos plásticos, que desconocían las técnicas utilizadas en cada participante, calificaron la «mejoría estética» individual de 0 (sin mejoría) a 3 (mejoría considerable). Al mes de la cirugía, los expertos observaron una mejoría en todos los pacientes.
Pero durante el seguimiento, que osciló entre 12 y 31 meses (21 en promedio), el grupo que había sido tratado sólo con los hilos faciales obtuvo la calificación más baja, con un promedio de entre 0,2 y 0,5 puntos.
Para los pacientes en los que se habían usado los hilos con otros procedimientos faciales, las calificaciones fueron de entre 0,5 y 1,4, mientras que la cohorte que había sido operada sólo con técnicas tradicionales, obtuvo entre 1,5 y 2,3.
Según el equipo, los resultados de los hilos faciales no son duraderos porque no modifican el cambio del volumen facial que produce el envejecimiento. Asimismo, no se retira el exceso de piel después de «estirar» el tejido facial.
Los resultados al mes de la cirugía se deberían seguramente, para el equipo, a la inflamación.
Las complicaciones con el uso de los hilos tensores observadas en el estudio incluyeron: nudos visibles y hoyuelos en la piel. A tres pacientes se les tuvieron que extraer los hilos.
El equipo concluyó que el lifting facial con hilos tiene riesgo de complicaciones, mientras que la cicatrización extendida dificultaría la extracción de los hilos, lo que es un problema porque estudios previos habían hallado que hasta un 20 por ciento de los pacientes necesita una nueva cirugía.
«Dados estos resultados y el riesgo observado de efectos adversos y malestar en el paciente, no podemos respaldar que se continúe utilizando este procedimiento para el rejuvenecimiento facial», finalizó el equipo.
FUENTE: Archives of Facial Plastic Surgery, mayo/junio del 2009