Para los adolescentes una de las características más difíciles de esta etapa de la vida son los barros o espinillas, es decir, el molesto acné.
Se estima que prácticamente el 100% de las personas han enfrentado este problema en algún momento de la vida. En México, entre el 10 y el 20% lo continúa enfrentando en la edad adulta.
Un problema que ocasiona serios problemas de autoestima entre los adolescentes, pues al ocasionar un aspecto de enrojecimiento e inflamación, que se convierte en causa de burlas y apodos. Entre sus principales causas se encuentran los cambios hormonales propios de la adolescencia, pero también puede ser ocasionado por los cambios menstruales, el uso de anticonceptivos o por tener una piel excesivamente grasa. Asimismo, en el caso de las mujeres puede influir el uso de maquillaje graso y el uso de algunos productos como los esteroides o la testosterona.
El acné aparece cuando el exceso de grasa obstruye los orificios de la piel, o poros, acumulándose desechos y bacterias. Se le conoce como barro cuando la parte superior de la obstrucción es blanca o espinilla cuando es negra. Cuando la grasa y las bacterias que taponan el poro se rompe, afectan al área circundante ocasionando una acción inflamatoria. Si esta inflamación es profunda los granos pueden agrandarse y formar quistes dolorosos y enrojecimiento alrededor de la zona.
El acné aparece generalmente en cara, cuello y hombros, pero también puede surgir en tronco , brazos, piernas y glúteos.
Los médicos recomiendan seguir algunos cuidados como limpiar la piel con jabón neutro máximo dos veces al día, ya que la limpieza excesiva puede ocasionar una mayor producción de grasa. También es recomendable no tocarse la cara con las manos y evitar el exprimir, rascar o frotar los granos, a fin de evitar que se extienda la infección. En el caso de las mujeres es importante evitar el uso de cremas y cosméticos grasosos y buscar fórmulas creadas en base a agua.
Cuando el problema es severo, es recomendable acudir al dermatólogo a fin de que recomiende el tratamiento más adecuado a cada paciente.