El abacavir es un análogo de los nucleósidos inhibidor de la transcriptasa inversa. Es un agente antiviral selectivo frente al VIH-1 y VIH-2, incluyendo cepas aisladas de VIH-1 con una sensibilidad reducida a zidovudina, lamivudina, zalcitabina, didanosina o nevirapina. Intracelularmente, el abacavir es convertido en el metabolito activo carbovir trifosfato, un análogo de la deoxiguanosina-5′-trifosfato (dGPT). El carbovir trifosfato inhibe la actividad de la transcriptasa inversa del VIH, compitiendo con el sustrato natural dGPT y por su incorporación al ADN viral. La ausencia de un grupo 3′-OH en el nucleósido incorporado previene de la formación de enlaces 5′ –> 3 y por tanto la elongación del ADN viral.
Mecanismos de Acción
El abacavir es un ANITI (es un inhibidor de
la transcriptasa inversa análogo de nucleósido) que actua al ser transformado intracelularmente, mediante enzimas celulares, en trifosfato de carbovir (análogo de la desoxiguanosina-5’-
trifosfato), el auténtico metabolito activo. Actua inhibiendo la transcriptasa inversa a través de un doble mecanismo,compitiendo con la dGTP e incorporándose al ADN viral, produciendose la detención de la síntesis de ADN viral por la célula.
Puede presentar resistencia cruzada con 3TC, DDI y DDC (mutación M184V), aunque el desarrollo de resistencias del VIH frente al abacavir es lento, debido a que las mutaciones necesarias para adquirirla son numerosas y poco favorables
biológicamente.
Efectos Secundarios
En el caso de muchos acontecimientos adversos, no está claro si están relacionados con abacavir, con el amplio número de medicamentos utilizados en el tratamiento de la enfermedad por VIH o si son consecuencia del proceso de la enfermedad. Las siguientes reacciones adversas, que aparecieron en más del 10% de los pacientes, probablemente están relacionadas con abacavir; náuseas, vómitos, letargo y cansancio.
Otras reacciones adversas normalmente comunicadas fueron fiebre, dolor de cabeza, diarrea y anorexia. En general, las reacciones adversas han sido pasajeras y no limitantes del tratamiento. La mayoría fueron de carácter leve o moderado.
En estudios clínicos controlados, no fueron comunes las alternativas de laboratorio relacionadas con el tratamiento con abacavir, no observándose diferencias en cuanto a la incidencia entre pacientes tratados con abacavir y las ramas control. Con el uso de análogos de nucleósidos se han comunicado casos de acidosis láctica, a veces mortales, normalmente asociada a hepatomegalia grave y esteatosis hepática.
Hipersensibilidad: En los estudios clínicos, aproximadamente el 3% de los individuos que recibieron abacavir desarrollaron una reacción de hipersensibilidad; en alguno de estos casos la reacción representó un riesgo para la vida y produjo la muerte a pesar de las precauciones tomadas. Esta se caracteriza por la aparición de síntomas indicativos de que varios órganos/sistemas corporales se encuentran implicados. Casi todos los pacientes que desarrollen reacciones de hipersensibilidad presentarán fiebre y/o erupción (normalmente maculopapular o urticariforme) como parte del síndrome.
Otros signos y síntomas observados con frecuencia incluyen síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal) y letargo o malestar.
Han tenido lugar reacciones de hipersensibilidad sin erupción o fiebre.
Otros signos y síntomas pueden incluir síntomas respiratorios (disnea, tos, dificultad respiratoria), síntomas músculo esqueléticos (mialgia, artralgia), dolor de cabeza, parestesia y edema. Los hallazgos físicos pueden incluir linfoadenopatía y, ocasionalmente, lesiones de las membranas mucosas (conjuntivitis y ulceración de la boca) e hipotensión.
Las alteraciones de laboratorio que pueden acompañar la hipersensibilidad a abacavir incluyen elevación de las pruebas de la función hepática, creatina fosfocinasa, creatinina o linfopenia.
Se han comunicado fallo renal y anafilaxis en asociación con reacciones de hipersensibilidad. Inicialmente, se pensaba que algunos pacientes con reacciones de hipersensibilidad presentaban una infección vírica como un síndrome gripal, gastroenteritis o un síndrome respiratorio, por lo que los pacientes con estos síndromes deben ser estrechamente controlados. Generalmente, los síntomas aparecieron en las primeras seis semanas (tiempo medio de aparición de 11 días) de tratamiento con abacavir, aunque estas reacciones pueden ocurrir en cualquier momento durante la terapia.
Durante los dos primeros meses se requiere una estrecha supervisión médica, pasándose consulta cada dos semanas.
No se han identificado factores de riesgo que puedan predecir la aparición o gravedad de la hipersensibilidad a abacavir.
No obstante, es probable que el tratamiento intermitente pueda incrementar el riesgo de desarrollar sensibilización y, por lo tanto, de que tengan lugar reacciones de hipersensibilidad clínicamente significativas. En consecuencia, se debe informar a los pacientes de la importancia de tomar abacavir de forma regular. Los síntomas asociados a esta reacción de hipersensibilidad empeoran si continua el tratamiento y normalmente se resuelven al interrumpir el tratamiento con abacavir. El reinicio del tratamiento con abacavir después de una reacción de hipersensibilidad conduce a que, en cuestión de horas, vuelvan a aparecen los síntomas. Esta recurrencia puede ser más grave que en la presentación inicial, y puede incluir hipotensión con riesgo para la vida y muerte. Los pacientes que desarrollen esta reacción de hipersensibilidad deben interrumpir el tratamiento con abacavir y nunca deben volver a ser tratados. Se debe advertir a cada paciente sobre esta reacción de hipersensibilidad a abacavir.
Se han administrado dosis únicas de hasta 1.200 mg y dosis diarias de hasta 1.800 mg de abacavir a los pacientes en los estudios clínicos. No se comunicaron reacciones adversas inesperadas. Se desconocen los efectos de dosis mayores. Si tiene lugar una sobredosis el paciente debe ser controlado para la detección de signos de toxicidad y aplicarse el tratamiento estándar de apoyo si es necesario. Se desconoce si abacavir puede eliminarse por diálisis peritoneal o hemodiálisis.