El ácido acetilsalicílico es un fármaco que actúa impidiendo la formación de prostaglandinas en el organismo, ya que inhibe a la enzima ciclooxigenasa. Las prostaglandinas se producen en respuesta a una lesión, o a ciertas enfermedades, y provocan inflamación y dolor. El ácido acetilsalicílico reduce la inflamación, la fiebre y el dolor.
A dosis bajas, el ácido acetilsalicílico actúa también impidiendo la agregación de las plaquetas.
Mecanismos de Acción
Este ácido es eficaz para disminuir:
Dolor leve o moderado: dolor de cabeza, dental y menstrual. La vía parenteral esta especialmente indicada para el dolor neurálgico, postraumático, postoperatorio, postparto y neoplásico.
Fiebre.
Inflamación no reumática: dolor músculo-esquelético, lesiones deportivas, bursitis, capsulitis, tendinitis y tenosinovitis aguda.
La dosis adecuada de ácido acetilsalicílico puede ser diferente para cada paciente. A continuación se indican las dosis más frecuentemente recomendadas. Pero si su médico le ha indicado otra dosis, no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.
Dosis oral en adultos:
Dolor y fiebre: De 325 a 650 mg cada 4 horas.
Procesos inflamatorios: De 750 a 1000 mg cada 8 horas.
Dosis oral en niños:
Dolor: 10 mg por kilo de peso cada 4 horas.
Procesos inflamatorios: De 20 a 25 mg por kilo de peso cada 6 horas, hasta un máximo de 3600 mg al día.
Dosis inyectable:
Adultos: 900 mg cada 8, cada 12 ó cada 24 horas.
Niños: De 20 a 50 mg por kilo de peso al día.
Si padece una enfermedad del hígado o del riñón puede requerir una dosis menor de ácido acetilsalicílico. Consúltelo con su médico.
Conviene tomar las formas orales de ácido acetilsalicílico junto con las comidas para evitar molestias digestivas. Los pacientes que reciban dosis elevadas de forma crónica, tomarán la mayor parte de la dosis diaria a la hora de acostarse, junto con algún alimento.
Efectos Secundarios
El ácido acetilsalicílico debe administrarse con especial precaución en caso de padecer alguna de las siguientes enfermedades: asma crónico, déficit de la enzima glucosa 6 fosfato deshidrogenasa, diabetes, gota, hipertensión arterial, insuficiencia hepática o renal.
Los ancianos son más susceptibles de manifestar efectos adversos tras el uso de este medicamento, por lo que pueden necesitar dosis menores, especialmente para el uso a largo plazo.
El uso de ácido acetilsalicílico en niños con enfermedades febriles agudas, especialmente gripe y varicela, podría estar asociado con el desarrollo de síndrome de Reye (caracterizado por daño cerebral y hepático). Por ello, este medicamento no debe ser utilizado en niños menores de 16 años para el tratamiento de la fiebre, procesos víricos ni varicela. Su médico o farmacéutico le aconsejará qué medicamento puede utilizar en estas situaciones.
En caso de administración continuada, avise a su médico u odontólogo sobre la toma del medicamento si tiene prevista alguna intervención quirúrgica o dental.
Debe suspenderse el tratamiento en el caso de que el paciente experimente algún episodio de sordera, zumbido en los oídos o mareos.
No debe utilizarse, en los siguientes casos:
En caso de alergia a los salicilatos o a medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico inmediatamente.
En pacientes con úlcera gastroduodenal, hemorragia gastrointestinal reciente, hemofilia, hipoprotrombinemia, historial de reacciones broncoespásticas, rinitis o urticaria debidas a la administración de antiinflamatorios no esteroideos.
En menores de 16 años para el tratamiento de la fiebre, procesos víricos o varicela.
Algunos medicamentos que interaccionan con el ácido acetilsalicílico son: anticoagulantes orales (acenocumarol, warfarina), fenitoína, betabloqueantes (atenolol, propranolol, timolol), indometacina, acetazolamida, prednisolona, antidiabéticos orales (tolbutamida, clorpropamida), antiácidos (almagato, magaldrato) y metotrexato.
El ácido acetilsalicílico puede alterar los resultados de diversos análisis en sangre y en orina. Por lo que si le van a realizar un análisis de este tipo avise que está recibiendo este medicamento.
Los efectos adversos del ácido acetilsalicílico son poco frecuentes pero pueden ser importantes. Principalmente se producen a nivel digestivo como nauseas, indigestión, úlcera de estómago o de intestino o presencia de sangre en las heces.
Raramente puede producir otros síntomas. Consulte a su médico si advierte algo anormal.
El uso del ácido acetilsalicílico como analgésico durante el embarazo, especialmente al final del embarazo, puede complicar el parto y aumentar el riesgo de hemorragia materna o fetal. Por ello, únicamente se acepta el empleo de este medicamento en embarazadas en el caso de que no exista otra alternativa más segura.
Se ha observado que el ácido acetilsalicílico puede pasar a la leche materna. Debido a la posibilidad de afectar a la función plaquetar del lactante, se recomienda no administrar este medicamento durante la lactancia materna.