Carbamazepina

La epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suele dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales

Carbamazepina

Antiepiléptico

INDICACIONES TERAPÉUTICAS: Epilepsia: Carbamazepina está indicada como anti­epiléptico. La evidencia que apoya la eficacia del medicamento como antiepiléptico se obtuvo de estudios controlados con fármaco activo en los que participaron pacientes con los siguientes tipos de epilepsia:

–   Epilepsia parcial con sintomatología compleja (psi­co­motora y del lóbulo temporal). Los pacientes con este tipo de epilepsia parecen mostrar una mayor mejoría que los pacientes con otros tipos de epilepsia.

–   Epilepsia tónico-clónica generalizadas (gran mal).

–   Patrones de epilepsia mixta que incluyen las ante­riores, u otras epilepsias parciales o generalizadas.

Las ausencias (pequeño mal) parece que no se pueden controlar con Carbamazepina

Neuralgia trigeminal: Carbamazepina está indicada para el tratamiento del dolor asociado con la neuralgia trigeminal verdadera. También se han reportado resultados benéficos en la neuralgia glosofaríngea. Este fármaco no es un analgésico simple, y no se debe usar para aliviar dolores o molestias triviales.

PRECAUCIONES GENERALES:

El diazepam o los barbitúricos pueden agravar la depresión respiratoria (en especial en niños), hipotensión y coma. Además, no se deben usar los barbitúricos si el paciente también ha tomado un fármaco que inhibe a la monoaminooxidasa, ya sea como sobredosis o en terapia reciente (dentro de una semana). Durante varios días se debe vigilar la respiración, función cardiaca (monitoreo ECG), presión sanguínea, temperatura corporal, reflejos pupilares, y la función de los riñones y la vejiga.

Si aparece evidencia de depresión significativa de la mé­dula ósea se sugieren las siguientes recomenda­ciones:

–   Interrumpir la administración del fármaco.

–   Realizar CBC diario, cuenta de plaquetas y reticu­locitos.

–   Realizar inmediatamente aspiración de médula ósea y biopsia trefina, y repetir con suficiente frecuencia hasta la recuperación.

Pueden ser útiles estudios periódicos especiales como: anticuerpos en contra de leucocitos y plaquetas; estudios de ferrocinética con 59Fe; tipificación de células sanguíneas periféricas; estudios citogenéticos en médula y sangre periférica; estudios de cultivo de médula para detectar unidades formadoras de colonias; electroforesis de hemoglobina para hemoglobina A2 y F; y niveles séricos de ácido fólico y vitamina B12.

La anemia aplásica totalmente desarrollada requerirá de un adecuado seguimiento intensivo y terapia, con una con­sulta especializada.

DOSIS Y VÍA DE ADMINISTRACIÓN:

Suspensión:

Debe agitarse antes de tomarse y puede ser administrada durante, después o entre las comidas, con el siguiente esquema:

Una cucharada es igual a 5 ml, lo que equivale a 100 mg.

Para niños menores de 4 años, la dosis inicial es de 20 a 60 mg/día, con incrementos similares cada dos días.

En mayores de cuatro años, la dosis inicial debe ser de 100 mg/día, con incrementos semanales de 100 mg.

La dosis de mantenimiento en ambos casos es de 10 a 20 mg/kg en dosis divididas.

Niños menores de 1 año: 100 a 200 mg/día (1-2 cucharadas).

Niños de 1 a 5 años: 200 a 400 mg/día (2-4 cucharadas, divididas en dos tomas).

Niños de 6 a 10 años: 400 a 600 mg/día (4-6 cucharadas, divididas en dos tomas).

Niños de 11 a 15 años: 600 a 1,000 mg/día (6 a 10 cucharadas, divididas en 2-3 tomas).

Adultos: Dosis de 100 a 200 mg diarios, aumentando la dosis hasta 400 mg dos o tres veces al día, incluso dosis de 1,600 a 2,000 mg son apropiados. La suspensión en adultos está indicada en aquellos pacientes que no pueden tragar las tabletas.

En la neuralgia del trigémino: Inicialmente, dosis de 200 a 400 mg, hasta alcanzar la dosis analgésica de hasta 800 mg diarios.

El seguimiento de los niveles sanguíneos ha aumentado la eficacia y seguridad de los agentes antiepilépticos. Se deben ajustar las dosis de acuerdo con las necesidades del paciente individual. Se aconseja administrar una dosis baja inicial diariamente con un aumento gradual. Tan pronto como se logre el control adecuado, se puede disminuir la dosis de manera gradual hasta el nivel mínimo efectivo. El medicamento debe tomarse con los alimentos.

Cambio de CARBAMAZEPINA oral en tabletas por CARBAMAZEPINA en suspensión: En los pacientes, se debe cambiar la forma farmacéutica administrando el mismo número de mg/día, en dosis menores y más frecuentes (por ejemplo, cambio de tabletas dos veces al día a suspensión tres veces al día).

Epilepsia:

Adultos y niños mayores de 12 años:

Tratamiento inicial: Administrar 200 mg, dos veces al día en tabletas. Aumentar en intervalos semanales agregando hasta 200 mg/día, usando un régimen de dosificación de dos veces al día para las tabletas de liberación prolongada de Carbamazepina, o un régimen de 3 veces o 4 veces al día para otras formulaciones hasta que se obtenga la respuesta óptima. En general, la dosis no debe exceder de 1,000 mg/día en niños de 12 a 15 años y de 1,200 mg/día en pacientes mayores de 15 años. En casos excepcionales se ha usado dosis de hasta 1,600 mg en adultos.

Mantenimiento: Ajustar la dosis al nivel mínimo efectivo, usualmente entre 800 y 1,200 mg/día.

Niños de 6 a 12 años:

Tratamiento inicial: Administrar tabletas de 100 mg dos veces al día. Aumentar en intervalos regulares, agregando hasta 100 mg/día, usando un régimen de dosificación de dos veces al día para las tabletas de liberación prolongada de Carbamazepina, o un régimen de 3 ó 4 veces al día para las otras formulaciones, hasta que se obtenga la respuesta óptima. En general, la dosis no debe exceder de 1,000 mg/día.

Mantenimiento: Ajustar la dosis en el nivel mínimo efectivo, usualmente 400 a 800 mg/día.

Niños menores de 6 años:

Tratamiento inicial: 10 a 20 mg/kg/día dos o tres veces al día. Aumentar semanalmente hasta lograr la respuesta clínica óptima, administrando 3 ó 4 veces al día.

Mantenimiento: Normalmente, la respuesta clínica óptima se alcanza con dosis diarias menores de 35 mg/kg. Si no se ha logrado una respuesta clínica satisfactoria, se deben medir los niveles en plasma para determinar si se encuentran en el intervalo terapéutico. No se pueden realizar recomendaciones referentes a la seguridad de Carbamazepina para uso con dosis por arriba de 35 mg/kg/
24 horas.

Terapia de combinación: Carbamazepina se puede usar sola o con otros agentes antiepilépticos. Cuando se agrega a una terapia anticon­vulsiva ­existente, el fármaco se debe agregar poco a poco, mientras los otros agentes antiepilépticos se mantienen o disminuyen gradualmente; excepto la fenitoína, la cual debe aumen­tarse.

Neuralgia trigeminal:

Tratamiento inicial: En el primer día, 100 mg dos veces al día. Esta dosis diaria se puede elevar hasta 200 mg/día con aumentos de 100 mg cada 12 horas hasta lograr el alivio del dolor. No exceder de 1,200 mg/día.

Mantenimiento: El control del dolor se puede obtener en la mayoría de los pacientes con 400 a 800 mg/día. Sin embargo, en algunos pacientes se pueden mantener hasta con 200 mg/día; mientras que en otros se requie­re hasta 1,200 mg/día. Por lo menos una a tres veces, durante el periodo de tratamiento, se deben realizar intentos por reducir la dosis al nivel mínimo efectivo, o incluso descontinuar el fármaco.

CONTRAINDICACIONES:

Carbamazepina no se debe usar en pacientes con an­te­­cedentes de depresión de la médula ósea, hipersen­si­bi­lidad al fármaco, miastenia gravis, porfiria ­aguda inter­mitente, o sensibilidad conocida a cualquiera de los com­puestos tricíclicos como amitriptilina, desipramina, imipramina, protriptilina, nortriptilina, etc. De igual mane­ra y por razones teóricas no se recomienda su uso con inhibidores
de la monoaminooxidasa (MAO). Antes de administrar Carbamazepina
se debe interrumpir la ad­mi­­nistración de los inhibidores de la MAO durante un mínimo de 14 días, o más, si la situación clínica lo permite.





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