La vitamina B6 tiene una gran variedad de funciones, pues ayuda a descomponer las proteínas, grasas y carbohidratos para que sean aprovechados por el organismo, además de ayudar al sistema inmunitario a producir anticuerpos y colabora en la formación de glóbulos rojos en la sangre.
Se le considera de gran ayuda en el funcionamiento cardiaco pues evita que los vasos sanguíneos se endurezcan y pierdan elasticidad y ayuda a elevar los niveles de Serotonina, un neurotransmisor y evita la formación de piedras en los riñones.
La vitamina B6 se encuentra en alimentos como carnes de ternera, aves y cerdo, así como en mariscos e hígado de pescado, además de la yema del huevo y los lácteos. También en cereales integrales y en nueces.
Sin embargo, una gran parte de sus propiedades se pierden al cocer la carne o al congelarla, por lo que conviene comerla en vegetales que deben ser lavados adecuadamente a fin de evitar problemas por la falta de higiene.
Cuando hay una deficiencia de esta vitamina, se presentan úlceras en lengua y boca, trastornos en la piel, irritabilidad, confusión e insomnio, anemia y agotamiento. Sin embargo no se recomienda consumirla sin indicación médica, pues en exceso puede ocasionar problemas de toxicidad, los cuales se manifiestan como hormigueo y adormecimiento de extremidades, cansancio y somnolencia.
Por fortuna, sus consecuencias no son graves y se eliminan en cuanto se nivela la cantidad de esta vitamina.