La metadona es responsable de casi una de cada tres muertes por sobredosis de analgésicos recetados, a pesar de que sólo representa una fracción de las recetas para el dolor, según un informe realizado por investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, EUA quienes encontraron que la sobredosis por analgésicos formulados fue responsable por más de 15.500 muertes.
Pero mientras que todos los analgésicos con receta han contribuido a un aumento en las muertes por sobredosis en la última década, la metadona ha jugado un papel central en la epidemia, ya que más del 30% de las muertes por analgésicos, con receta médica, involucran la metadona, mientras que sólo el 2% de las fórmulas son para este calmante. En total, seis veces más personas murieron por sobredosis de metadona.
La metadona, como otros analgésicos, está indicada normalmente para problemas crónicos como el dolor de espalda, aunque no puede ayudar con estos problemas en el largo plazo.
A pesar de las advertencias sobre los riesgos asociados con la metadona, está disponible como medicamento genérico a bajo costo, y esta clasificada como una droga preferida por las compañías de seguros.
Los riesgos de la metadona incluyen una pequeña distinción entre las dosis apropiadas y las dosis peligrosas; las interacciones con tranquilizantes u otros analgésicos recetados, arritmias potenciales y que la toma de más de tres veces al día puede hacer que el medicamento se acumule en el cuerpo de la persona, lo que hace que la respiración sea peligrosamente lenta.
Si bien la metadona se ha utilizado de forma segura y efectiva para tratar la adicción a las drogas desde hace décadas, cada vez se receta más como analgésico, ya que es un medicamento genérico que puede proporcionar un alivio duradero del dolor. Pero, así como el uso de metadona para el dolor ha aumentado, lo mismo ha sucedido con el uso no médico de la droga y el número de sobredosis debido a la desviación, un fenómeno que describe la venta ilegal de drogas. El informe fue publicado en el reporte Vital Signs Report, de los CDC.
La metadona es un opioide sintético, utilizado como analgésico y como anti-adictivo en pacientes con dependencia de opiáceos. Aunque químicamente diferente de la morfina o la heroína, la metadona actúa sobre los mismos receptores opioides, que estos fármacos, estabilizando a los pacientes con síndrome de abstinencia por opiáceos. Las dosis más altas de metadona pueden bloquear los efectos eufóricos de la heroína, la morfina y medicamentos similares; como resultado, los pacientes debidamente dosificados con metadona pueden reducir o detener por completo el uso de estas sustancias. La metadona se utiliza también en el manejo del dolor crónico severo, debido a su larga duración de acción, efectos muy poderosos y muy bajo costo.