La arquitectura y el diseño actual, permiten vincular el canal de Cuemanco con los de Xochimilco El proyecto, fue aprobado en 2009 e inaugurado en diciembre de 2011 y comprende tres áreas de investigación, en una superficie de 500 metros con 31 parcelas, explica la MC Marisa Osuna, quien advirtió que el uso de plantas medicinales es un recurso nacional que se pierde rápidamente.
por ello destaca la importancia del Jardín de Plantas Medicinales y Aromáticas, inaugurado por el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco, perteneciente a la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana.
El objetivo del jardín, además de cultivar las especies, es educar a la población sobre el uso y cuidado de las plantas, muchas de ellas de gran riqueza en la zona de Xochimilco, y que la gente conozca la diversidad de especies, lo cual es importante, ya que en la ciudad de México hay únicamente una sección de plantas medicinales en el jardín botánico de la UNAM.
El proyecto, aprobado en 2009 y coordinado por los maestros Marisa Osuna Fernández y Fernando Arana Magallón, comprende tres áreas de investigación: diseño y arquitectura del jardín, a cargo del Dr. Guillermo Nagano.
La maestra Osuna refirió que el jardín cuenta con 31 parcelas de dos metros por dos metros y una profundidad de 30 centímetros, cada una preparada con una cama de tezontle y una de gio-textil rellena con suelo para cultivo; la distribución de las plantas se planeó en función de los ciclos y necesidades ambientales de cada especie. Cada parcela cuenta con una ficha técnica con el nombre científico de la planta, su uso, y, en el caso de las flores, las estaciones del año en que florean, además de un código que permite seguir su crecimiento en la página de internet del CIBAC.
La mayoría de las plantas sembradas se consiguen en Xochimilco, demarcación con un número importante de especies, tales como manzanilla, menta, hierbabuena y romero y otras silvestres.
El jardín cuenta también con ocho tipos de árboles, entre ellos capulín, limón y tepozán; dos especies fueron cultivadas desde semillas, como la flor de manita, especie en peligro de desarrollo cuyas propiedades sirven para combatir las enfermedades del corazón.