Funcionarios de salud reunidos en Pekín, advirtieron sobre el peligro de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos, que se están expandiendo rápidamente en países en desarrollo que carecen de infraestructura para tratar la enfermedad.
Más de la mitad de los nuevos casos de tuberculosis que son resistentes a múltiples medicamentos tienen esa característica desde el principio y no como resultado directo de tratamientos de mala calidad, advirtió la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Esto es una verdadera señal de alarma. Esto nos dice que cepas resistentes están circulando por la población en general, expandiéndose amplia y silenciosamente en un creciente foco de infección», dijo la directora general Margaret Chan.
«Obviamente, esta es una situación que podría salirse de control. Llámenla como quieran, bomba de tiempo o polvorín, de cualquier modo que se mire es una situación potencialmente explosiva», enfatizó.
De acuerdo a la OMS, de nueve millones de nuevos casos de tuberculosis por año, alrededor de 490 mil son resistentes a múltiples medicamentos, TB (MDR-TB), y unos 40 mil son ampliamente resistentes, (XDR-TB), según datos del 2006.
Los pacientes con XDR-TB, un tipo que ha surgido en 55 países, tienen pocas opciones de tratamiento y sus tasas de mortalidad son muy altas.
La expansión de estos tipos de la enfermedad podría poner en riesgo la lucha global contra la tuberculosis, que depende de medicamentos desarrollados hace décadas.
China anunció pasos para brindar cobertura de salud a más personas que sufren de tuberculosis resistentes a medicamentos, ayudando a cerrar una brecha que ha permitido la persistencia de cepas más mortíferas de la enfermedad.
Las medidas, financiadas por un subsidio de 33 millones de dólares de la fundación Bill & Melinda Gates, incluyen tratamientos más accesibles en hospitales, análisis más rápidos para los tipos de tuberculosis resistentes a los tratamientos estándar y seguimiento de los pacientes para garantizar que tomen sus medicamentos.
China está segunda entre los países con altas tasas de MDR-TB, después de India. Si no se cura, los pacientes pueden infectar de 10 a 15 personas por año, según la OMS.