Un nuevo estudio sugiere que las mujeres son más propensas que los hombres a padecer ciertos síntomas «no tradicionales» del accidente cerebrovascular (ACV).
Los ACV ocurren cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, en general por un coágulo en una arteria.
Los signos de alarma principales son entumecimiento o debilidad repentinos en la cara, los brazos o las piernas, especialmente en un lado del cuerpo; problemas para hablar o ver en uno o ambos ojos y mareo súbito o problemas de coordinación y equilibrio.
El nuevo estudio incluyó a 461 pacientes con ACV; la misma cantidad de hombres que de mujeres.
La mayoría de las pacientes tuvieron por lo menos uno de los síntomas tradicionales. Pero más de la mitad de ellas había tenido también uno o más síntomas no tradicionales, por ejemplo cambio repentino del estado mental, como desorientación o confusión.
A diferencia de los hombres, las mujeres fueron un 42 por ciento más propensas a tener un síntoma no tradicional.
Los resultados, publicados en la revista Stroke de la Asociación Estadounidense del Corazón, replican a los de estudios previos que habían encontrado diferencias de género en los síntomas del infarto.
Durante un infarto, por ejemplo, las mujeres son más propensas que los hombres a tener disnea, náuseas, vómitos y dolor en la espalda o la mandíbula.
Aun así, todavía se desconocen con exactitud cuáles son esas diferencias durante un ACV, explicó el equipo de la doctora Lynda D. Lisabeth, de la Escuela de Medicina de la University of Michigan, en Ann Arbor.
Estudios anteriores habían encontrado que las mujeres son más propensas que los hombres a recibir una terapia para el ACV llamada activador del plasminógeno tisular o tPA.
El fármaco disuelve los coágulos y restablece el flujo sanguíneo al cerebro, pero debe administrarse a las pocas horas del inicio del ACV.
Por otro lado, el equipo opina que la brecha en la administración del tPA podría explicarse por la demora del diagnóstico en algunas mujeres con síntomas más atípicos.
Aun así, el equipo opina que se necesitan más estudios para confirmarlo.
Se desconoce también si las mujeres deberían estar atentas a los síntomas no tradicionales del ACV que, además de la confusión y la desorientación, incluyen dolor en la cara o en un lado del cuerpo, mareos y síntomas neurológicos, como náuseas y debilidad corporal general, y no neurológicos, como dolor de pecho y disnea.
Pero los autores opinan que agregar esos síntomas a la lista de síntomas tradicionales confundiría a las personas y dificultaría el reconocimiento del ACV.
Por otro lado, las participantes no solían sufrir solamente síntomas no tradicionales (sólo un 3-4 por ciento informó haber tenido sólo síntomas atípicos).
Eso, escribieron los investigadores, sugiere que la mayoría de las pacientes con ACV tendrán por lo menos uno de los signos de alarma tradicionales.
FUENTE: Stroke: Journal of the American Heart Association, junio del 2009