El Síndrome de Moebius es un padecimiento neurológico, de tipo congénito que afecta la capacidad de los infantes para sonreír y realizar gestos faciales, además de provocarle estrabismo.
Se le denomina así, porque el primero en describirlo fue el profesor Paul Julius Moebius, quien lo dio a conocer en 1892.
El Síndrome de Moebius se origina cuando dos importantes nervios craneales, el sexto y el séptimo, que son los encargados de una parte del movimiento del rostro y de los ojos así como del parpadeo, no se desarrollan de manera adecuada. En muchos casos también pueden estar afectados algunos otros de los 12 nervios craneales existentes.
El Síndrome de Moebius afecta por igual a niños y niñas y se manifiesta desde el nacimiento pues el infante presenta problemas lo mismo para deglutir la comida, que para sonreír, así como exceso de babeo y estrabismo. Asimismo pueden presentarse malformaciones en lengua y quijada y en otras zonas del cuerpo como manos y pies. Posteriormente puede sufrir dificultades en el habla y de pronunciación además de mantener la boca semiabierta de manera permanente.
Hasta ahora se desconocen las causas específicas de este padecimiento, aunque se cree que pueden originarse en los daños ocasionados por una alteración en el suministro de sangre y por lo tanto de oxígeno al cerebro, por daños a nivel muscular, infecciones o por el uso de algunos medicamentos.
El tratamiento para eliminar algunos de los efectos de este síndrome es multidisciplinario. Para lograr una adecuada nutrición en la etapa temprana, los especialistas recurren a botellas especiales, denominadas “alimentador de Haberman” o los tubos de alimentación.
Pero el tratamiento fundamental, es quirúrgico ya que permite eliminar el estrabismo y mejorar el área facial. Esto se logra trasplantando un músculo al rostro, lo que se traduce en una mejor apariencia y facilita la sonrisa.
Por tratarse de un síndrome poco conocido, es importante que los doctores y enfermeras lo detecten lo antes posible tras el nacimiento, a fin de iniciar el tratamiento más adecuado para cada infante.