La apnea del sueño es un cese de la respiración por un período variable mayor a 10 segundos mientras la persona duerme, acompañándose generalmente de ronquido. La apnea del sueño es un padecimiento que afecta al 6% de la población general.
La apnea del sueño ocurre debido una obstrucción del paso del aire por las vías respiratorias altas que puede suscitarse por varias causas. Por un lado están las causas relacionadas con el movimiento de los músculos de la garganta que se relajan cuando la persona duerme, permitiendo que la campanilla descienda y tape la vía aérea. La apnea del sueño y el ronquido son muy comunes en personas con exceso de peso u obesas.
El ronquido que emiten las personas con apnea del sueño, que puede ser altamente sonoro, llegando incluso hasta 112 decibeles, algo que podría parecerse al ruido que hace un camión sin silenciador.
Cada vez que el paciente deja de respirar, lo cual puede ocurrir hasta 600 veces durante una noche, sus tejidos no reciben suficiente oxigeno, llegando éste a caer incluso por debajo del 40%.
Lógicamente, la oxigenación inadecuada trae consecuencias nocivas para la salud del individuo. Las personas con apnea del sueño pueden tener aumento de la presión arterial, puede llegar incluso a haber paros cardiacos de 10 segundos de duración. Las personas con apnea del sueño suelen estar muy cansadas y con sueño excesivo durante el día.
El diagnostico se confirma mediante una polisomnografía, que es un estudio que se realiza mientras el paciente duerme en una clínica del sueño, con la finalidad de medir la duración y profundidad de sus apneas.
El tratamiento de la apnea del sueño va enfocado a corregir la obstrucción y en el caso de los pacientes obesos se les sugiere bajar de peso. Existe un aparato llamado CPAP, que es presión continua de aire que rompe la resistencia que imponen los músculos de la garganta, abriéndola y permitiendo el libre paso del aire.
Otra opción terapéutica es la cirugía para permitir un mejor paso de aire.
