Uno de los problemas ginecológicos más comunes son los quistes ováricos, que surgen como resultado de la actividad hormonal que inicia con la menstruación.
El Instituto Mexicano del Seguro Social señala que este problema se presenta entre los 14 y los 40 años de edad y afecta al 70% de las mujeres mexicanas.
Los quistes surgen durante el proceso por el cual un óvulo se libera del ovario. Es decir, en los días previos se forma un folículo que debe abrirse para permitir la ovulación, sin embargo cuando esto no ocurre, el líquido permanece dentro del folículo y se forma el quiste.
En el 90% de los casos estos son foliculares o benignos y desaparecen por sí solos. Sin embargo puede ocurrir, sobre todo en mujeres mayores de 40 años que los quistes se rompan, sangren o que sean malignos o serosos y por lo tanto facilitan el desarrollo de tejido canceroso, lo que se presenta con mayor frecuencia en mujeres con antecedentes familiares.
Por lo general los síntomas de los quistes consisten en dolor pélvico, hinchazón abdominal y relaciones sexuales dolorosas, aunque en muchos casos no se presenta ninguna señal. Su tratamiento varía y puede consistir en la administración de fármacos o cuando se trata de quistes de tipo maligno es necesario recurrir a procedimientos quirúrgicos.
Los ginecólogos señalan que este problema puede tratarse con mayores posibilidades de curación si se detecta a tiempo, por lo que recomiendan acudir al especialista especialmente las aquellas mujeres que cuenten con un historial familiar de quistes o que presenten alteraciones en los ciclos menstruales, ya sea porque es irregular o porque es más breve o más prolongado de lo normal.