La planta conocida comúnmente como Chang Shan, es un extracto de raíz utilizada por herbolarios chinos durante cerca de dos mil años, hasta ahora había sido utilizada para tratar la Malaria.
Ahora, esta planta milenaria puede ser un remedio contra muchos trastornos autoinmunes. Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Odontología en Harvard han descubierto los secretos moleculares que subyacen en el extracto de hierbas.
La planta Chang Shan es un tipo de hortensia que crece en el Tíbet y Nepal. Ahora y tras la investigación, los estudios sugieren que la halofuginona, compuesto derivado del ingrediente bioactivo de la planta, puede usarse para trastornos autoinmunes, la halofuginona desencadena una vía de respuesta al estrés que bloquea el desarrollo de una clase perjudicial de células inmunes llamadas células Th17, las mismas implicadas en muchos de estos trastornos
Previamente se habían llevado a cabo investigaciones que mostraban que la halofuginona reducía cicatrices en los tejidos, la esclerodermia, la esclerosis múltiple.
Los investigadores estudiaron cómo la halofuginona se activaba en la ruta del aminoácido o AAR, observando el proceso básico donde las células traducen el código de un gen de ADN en la cadena de aminoácidos que conforman una proteína.
Los investigadores creen que el tratamiento con halofuginona imita la privación celular de la prolina, activando la respuesta de AAR y que posteriormente afecta a la regulación inmune.
Un hallazgo que a partir de ahora se centrará en conocer el papel que juega en la inhibición de la producción de Th17 y sus potenciales usos como fármacos contra enfermedades inmunes.