Nanoterapeúticos inyectables al páncreas

La diabetes tipo 1 puede ocurrir a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes

Nanoterapéuticos inyectables que pueden ser programados para entregar de forma selectiva los medicamentos a las células del páncreas podrían mejorar el tratamiento de la diabetes tipo I.

El Dr.  Donald Ingber, y el grupo de  investigadores de la Universidad de Harvard en Boston, EUA y el Hospital de Niños de Boston, desarrollaron un diseño de prueba de concepto para la focalización en los islotes pancreáticos con nanopartículas que fueron modificadas con un péptido único. Los investigadores encontraron que los nuevos nanomateriales poliméricos mostraron una unión a las células endoteliales de los islotes tres veces mayor, y un efecto anti-inflamatorio unas 200 veces mayor con el suministro dirigido a las células endoteliales de los islotes de un fármaco inmunosupresor. El dramático incremento en la eficacia significa que cantidades más pequeñas de medicamentos serían necesarias para el tratamiento, abriendo la posibilidad de reducción significativa de efectos secundarios tóxicos, así como menores costos de tratamiento. El estudio fue publicado en la revista Nano Letters.

Las consecuencias de la diabetes tipo I se hacen sentir tanto en las personas que viven con la enfermedad como en la terrible presión que los costos de tratamiento ponen sobre la economía, comenta el Dr. Ingber.

La diabetes tipo I, que a menudo afecta a niños y adultos jóvenes, es una enfermedad debilitante en la que el sistema inmunológico del cuerpo destruye progresivamente las células del páncreas que producen insulina. El riesgo de desarrollar diabetes de tipo I, que puede llevar a complicaciones de salud graves, como insuficiencia renal y ceguera, se pueden predecir con exactitud del 90%. Pero la intervención terapéutica para las personas identificadas como de alto riesgo hasta ahora ha sido limitada, debido a que muchos tratamientos sistémicos están excluidos para el uso clínico como una consecuencia de los efectos secundarios severos producidos cuando se utilizan en las altas dosis necesarias para lograr una respuesta terapéutica.

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