El Síndrome de la Muerte Súbita del lactante, es el fallecimiento repentino e inesperado de un niño menor de 1 año de edad, en la cual no existe una causa explicable de la muerte.
Desde 1992, las tasas del síndrome de muerte súbita del lactante han bajado en forma considerable, cuando por primera vez se alertó a los padres sobre la conveniencia de acostar a los bebés de lado o boca arriba para reducir la posibilidad del muerte súbita en el bebé. Desafortunadamnete, este acontecimiento continúa presentandose en México y otros países del mundo.
No existen síntomas, antes de morir los lactantes no presentan síntomas de lucha o de sufrimiento.
Existen algunos factores de riesgo como: Bebés que duermen boca abajo, bebés que duermen en la misma cama con sus padres, bebés que tienen tendidos de cama blandos en las cunas, partos múltiples, bebés prematuros, bebés con un hermano que padeció SMSL, madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas, madres adolescentes, intervalos de tiempo cortos entre embarazos, cuidado prenatal tardío o ausencia de éste, situaciones de pobreza.
Este síndrome afecta más a los niños que a las niñas, aunque los estudios muestran que los bebés con estos factores de riesgo mencionados presentan más probabilidades de resultar afectados, el impacto o importancia de cada factor aún no está bien definido ni entendido.
La causa se desconoce, se han postulado numerosas teorías y muchos médicos e investigadores creen en la actualidad que este síndrome no es un fenómeno único causado siempre por los mismos problemas médicos, sino que la muerte del bebé es ocasionada por varios factores diferentes.
Entre los factores se pueden incluir problemas con la estimulación del sueño y una incapacidad para percibir una acumulación de dióxido de carbono en la sangre. Casi todos los casos se presentan de una manera inadvertida y asintomática cuando se cree que el bebé está dormido.
El Síndrome de Muerte súbita del Lactante, tiene más probabilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad y el 90% se presenta a los 6 meses. Existe un aumento en la incidencia durante los meses de invierno y con una incidencia máxima en enero; también se presenta una tasa mayor entre los nativos americanos y en las personas de raza negra.
Con los resultados de la autopsia no se puede determinar la causa de muerte, pero éstos pueden ser útiles si se los ve como un medio de aportar algo al conocimiento existente acerca del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante, las leyes estatales pueden exigir una autopsia en caso de una muerte inexplicable.
El sentimiento de culpa y frustración, puede volverse obsesivo en los padres que han vivido la murte súbita de su bebé.
Estos sentimientos pueden agravarse por investigaciones de la policía o de otras personas que por ley deben determinar la causa de la muerte.
Los padres que han perdido un hijo por Síndrome de Muerte Súbita del Lactante presentan una gran necesidad de apoyo emocional y dado que no se encuentra ninguna causa para este tipo de muerte, muchos padres sufren de sentimientos de culpa.