Los hombres jóvenes que disfrutan de la adrenalina tienden a admitir que conducen un vehículo bajo los efectos de la marihuana, reveló un equipo de investigadores en Canadá.
Los hombres que manejan bajo los efectos del cannabis son también más propensos a mencionar ciertas conductas riesgosas al volante y a estar involucrados en más accidentes, señalaron los doctores Isabelle Richer y Jacques Bergeron, de University of Montreal.
Según los resultados obtenidos por Richer y Bergeron, todo mensaje de salud pública orientado a desalentar a la población a manejar drogados «debería tener un formato no convencional» para evitar ser «redundante y aburrido».
Después del alcohol, el cannabis es la sustancia con efectos sobre el cerebro más detectada en muestras de orina y de sangre de conductores después de un accidente, escribieron los autores en Accident Analysis and Prevention.
Estudios previos habían demostrado que las habilidades para conducir un vehículo se alteran durante la primera hora después de fumar marihuana.
Y es posible también, según Richer y Bergeron, que las personas que salen a conducir después de fumar marihuana son más propensos por naturaleza a ser conductores peligrosos.
Para investigarlo, Richer y Bergeron estudiaron a 83 hombres de entre 17 y 49 años, de los cuales 30 admitieron fumar marihuana. El 80 por ciento dijo que había conducido un vehículo bajo efectos de la marihuana en los últimos 12 meses. El 35 por ciento confesó haber participado en por lo menos un accidente automovilístico en los últimos tres años.
El equipo le hizo a los participantes tests de personalidad y luego estudió su conducta al volante en un simulador.
Durante la prueba de manejo, colocaron un vehículo delante del conductor que disminuiría la velocidad de marcha cada vez que un participante se le colocara detrás, pero aceleraría cuando lo tratara de pasar. La prueba se realizó por tiempo para aumentar la presión sobre los participantes.
Aquellos participantes con los resultados más altos en los tests de personalidad, que midieron la búsqueda de sensaciones e impulsividad, eran más propensos a decir que en el último año habían conducido bajo los efectos del cannabis.
Los fumadores de marihuana eran también más propensos a haber conducido de manera peligrosa, lo que significa conducir sin cuidado como para lesionar a terceros, pero sin intención de hacerlo, y a conducir con negatividad emocional, es decir, enojarse con otros conductores.
Esos hombres eran también más propensos a exhibir esas conductas en el simulador.
El equipo observó un leve aumento de la probabilidad de que los fumadores causaran accidentes y una mayor tendencia a admitir que conducen después de beber alcohol.
«Las campañas mediáticas sobre seguridad vial tienden a hacer hincapié en los enfoques de toma de decisión racional al conducir», destacaron los autores.
Pero esas estrategias no funcionarían con los hombres jóvenes que conducen después de fumar marihuana. Por lo tanto, «es importante lograr un equilibrio entre los mensajes de provocación y educación», agregaron.
Y concluyeron: «Las conductas viales peligrosas tienden a estar intercorrelacionadas, de modo que las intervenciones deberían estar orientadas a evitar una amplia variedad de conductas peligrosas».
FUENTE: Accident Analysis and Prevention, marzo del 2009.