Un grupo de investigadores estadounidenses señaló que las personas optimistas viven por más tiempo y tienen vidas más saludables que las pesimistas, según reveló un estudio que brindaría más de un motivo para dejar de refunfuñar.
Expertos de la University of Pittsburgh observaron las tasas de muerte y condiciones de salud crónicas en participantes del estudio Women’s Health Initiative, que ha seguido a más de 100 mil mujeres de más de 50 años desde 1994.
Las participantes optimistas, es decir aquellas que esperaban que pasaran cosas buenas en vez de malas, eran un 14 por ciento menos propensas a morir por cualquier causa que las pesimistas y, un 30 por ciento menos proclives a morir por enfermedad cardíaca después de ocho años de seguimiento.
Las mujeres optimistas también eran menos propensas a tener presión arterial elevada, diabetes o fumar cigarrillos.
El equipo, dirigido por la doctora Hilary Tindle, también observó a mujeres que eran muy desconfiadas -un grupo al que llamaron «cínicamente hostiles»- y las compararon con participantes más confiadas.
«Las mujeres cínicamente hostiles eran un 16 por ciento más propensas a morir (durante el período de estudio) que las menos cínicamente hostiles», dijo Tindle.
Esas participantes también eran un 23 por ciento más proclives a morir por cáncer.
Tindle dijo que la investigación no prueba que las actitudes negativas causen efectos negativos sobre la salud, pero señaló que los hallazgos parecen estar relacionados de alguna forma.
«Creo que realmente necesitamos más estudios para diseñar terapias que apunten a las actitudes de las personas, para ver si pueden modificarse y si esa modificación es beneficiosa para la salud», agregó la autora.
Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.