Científicos en Estados Unidos lograron retrasar, e incluso eliminar, la aparición de los signos de envejecimiento como arrugas, cataratas y desgaste muscular en ratones.
Lo lograron eliminando un tipo de células que, con la edad, se acumulan en el organismo porque dejan de dividirse.
Los investigadores de la Clínica Mayo afirman que el hallazgo demuestra por primera vez que estas células «agotadas» juegan un papel importante en el envejecimiento.
Y pueden ser la clave para ayudar a que la gente permanezca sana durante más tiempo cuando envejece, la investigación se centró en la llamada senescencia celular, el momento en el que las células dejan de dividirse.
La capacidad de división celular juega también un papel en el desarrollo de tumores, que son causados por la multiplicación indefinida de las células.
En los 1960 los científicos descubrieron que las células llevan a cabo un número limitado de divisiones pero llega un punto en que dejan de dividirse, en ese momento quedan en un estado de limbo, la llamada senescencia celular, en el que ni mueren ni se continúan multiplicando.
El sistema inmune se encarga de eliminar a estas células regularmente, pero con el tiempo sus números comienzan a acumularse.
Los científicos creen que cerca del 10% de las células de las personas muy mayores están en senescencia. Los investigadores de la Clínica Mayo descubrieron una forma de matar a todas las células senescentes en ratones genéticamente modificados. Estos ratones envejecían mucho más rápido de lo normal, pero cuando les dieron un fármaco diseñado para matar a las células senescentes los animales mostraron «un retraso drástico» de los signos de envejecimiento.
En particular se analizaron tres síntomas de la vejez: la formación de cataratas en el ojo, el desgaste de tejido muscular y la pérdida de depósitos de grasa bajo la piel, que provoca las arrugas.
Cuando el fármaco fue suministrado después de que los ratones envejecieran, los científicos encontraron una mejora en la función muscular.
Nunca había visto algo semejante comenta el Dr. James Kirkland, uno de los investigadores. El hallazgo plantea la tentadora posibilidad de retrasar los signos de envejecimiento en humanos. Sin embargo, las células senescentes no pueden ser tan fácilmente eliminadas en el humano.
La gente joven, explica, puede eliminar sus propias células senescentes.
Todo lo que se necesitaría sería preparar, o estimular, al sistema inmune para que se encargue de eliminar a las células senescentes, o desarrollar un fármaco que las ataque basado en las proteínas especiales que estas células producen.
Es una investigación fascinante que sugiere que si te deshaces de las células senescentes puedes mejorar los fenotipos (características físicas) asociados al envejecimiento y mejorar la calidad de vida en el humano envejecido.