En México cada año mueren más de tres mil 500 mujeres por cáncer de mama. Este padecimiento se ha convertido en la primera causa de decesos y en el segundo tumor más frecuente en este grupo de población.
El tratamiento de cáncer de mama requiere de un manejo multidisciplinario, en la mayoría de los casos es necesario someter a la paciente a una cirugía que puede ser conservadora o radical.
Algunas complicaciones que pueden presentarse cuando se realiza una disección ganglionar axilar son:
* Infecciones de las heridas
* Seromas
* Hematomas
* Plexopatía braquial
* Disminución en la movilidad del brazo
* Insensibilidad axilar
* Linfedema
El Linfedema, es la complicación más temida, que resulta secundaria a la mastectomía.
Concretamente, es la acumulación de linfa en los espacios intersticiales, causada por un defecto del sistema linfático. Es una de las complicaciones frecuentes del cáncer y las terapias del mismo, con consecuencias a largo plazo de tipo físico y psicosocial. Existen varios problemas psicosociales y de adaptación que los pacientes de cáncer y los sobrevivientes con linfedema tienen que afrontar debido a que el linfedema causa desfiguración y en algunas ocasiones es doloroso y debilitante.
Se reconoce por una aglomeración anormal de proteínas de tejido excesivas, edema, inflamación crónica y fibrosis. El linfedema es una de las complicaciones frecuentes del cáncer y las terapias del mismo, con consecuencias a largo plazo de tipo físico y psicosocial.
El linfedema se puede clasificar como primario o secundario:
El linfedema primario es causado por la ausencia congénita de tejido linfático o anormalidades en el mismo, y es relativamente raro.
El linfedema secundario lo causa generalmente la obstrucción o interrupción del sistema linfático, lo cual suele ocurrir en segmentos proximales de los miembros (o sea, en los ganglios linfáticos) debido a alguna infección, malignidad o tejido cicatrizante. Los grupos de ganglios pélvicos e inguinales de las extremidades inferiores y los ganglios axilares de las extremidades superiores son los sitios principales de obstrucción.
El linfedema crónico es el más difícil de revertir de todos los tipos de edema debido a la naturaleza de su fisiopatología. En él se comienza un ciclo en el que el sistema linfático deficiente del miembro es incapaz de compensar por la mayor demanda de drenaje. Este padecimiento puede ocurrir con posterioridad a cualquiera de los siguientes sucesos: recidiva tumoral o progresión en el área ganglionar, infección y/o lesión de los vasos linfáticos, inmovilidad, lesiones a estructuras linfáticas provocadas por radioterapia, cirugía, fracaso en el manejo del linfedema en etapa temprana u obstrucción venosa debido a una trombosis.
A principios del curso de desarrollo del linfedema, el paciente experimentará edema blando comprimible que mejora fácilmente mediante la elevación de los miembros, los ejercicios ligeros y el uso de soporte elástico. Sin embargo, la linfostasis continua y progresiva causa la dilatación de los vasos linfáticos y el flujo recesivo de líquido al lecho del tejido.
Los pacientes que corren el riesgo de padecer linfedema son aquéllos con:
Cáncer de mama, si han recibido radioterapia o se sometieron a una disección ganglionar. La radioterapia a la axila después de la disección de ganglios axilares aumenta la incidencia de linfedema.
– Disección ganglionar en la región axilar, inguinal o pélvica.
Radioterapia en la región axilar, inguinal o pélvica o radiación supraclavicular.
– Cicatrización de los conductos linfáticos subclavios y las venas, ya sean derechos o izquierdos, ya sea debido a la cirugía o la radiación.
– Cáncer avanzado que causa linfadenopatía abultada de los ganglios torácicos, axilares, pélvicos, abdominales o cervicales anteriores.
– Tumores intrapélvicos o intraabdominales que afectan o directamente comprimen los vasos linfáticos y/o la cisterna del quilo y el conducto torácico.
Otros factores, tales como la malnutrición y la obesidad, que pueden conducir a demorar la cicatrización, lo cual es un importante factor de riesgo para el desarrollo del linfedema.
En 1982, La OMS, Organización Mundial de Salud, estimó que 90 millones de personas padecían Linfedema filariático, elefantiasis, y hidrocele. Se estima que puede haber 500 millones de personas sufriendo de algún tipo de Linfedema en el mundo.
El tratamiento del linfedema reúne tres características: precoz, conservador y de por vida.
Es importante la prevención, higiene y cuidado de la piel: La piel es la puerta de entrada de múltiples infecciones que pueden dar lugar a una mala evolución del linfedema. Se le dan al paciente una serie de recomendaciones:
1. Uso de agentes tópicos
2. Precaución en el trabajo y en casa
3. Indicaciones sobre el vestido, la alimentación y los cuidados personales
4. Normas médicas
El drenaje linfático manual:
Es una técnica para ayudar a drenar el acúmulo de linfa de los tejidos a través de un sistema linfático que se ha vuelto incompetente. En primer lugar se realiza una serie de roces ligeros que irán seguidos de dos maniobras: Maniobra de llamada o evacuación y maniobra de reabsorción o captación. Por último se ejecutan las manipulaciones que serán diferentes según la parte del cuerpo a tratar. Cada sesión dura de 40 a 60 minutos, se realiza 5 días a la semana durante 3 ó 4 semanas.
Medidas de sostén:
La compresión externa aumenta la presión hidrostática intersticial y reduce la tendencia a la formación del edema. Se usan vendajes elásticos durante el tiempo que se esté realizando el DLM, posteriormente se indica la utilización de brazaletes y guantes.
Cinesiterapia descongestiva
Consiste en la movilización activa de tipo aeróbico en sesiones de 30 minutos. Se realiza diariamente y con medidas de contención. Se recomienda la natación y evitar ejercicios que fatiguen. Son muy útiles también los ejercicios respiratorios.
Tratamientos específicos:
Presoterapia: El mecanismo de acción es similar a las medidas de contención. Se usan dos técnicas: La compresión neumática intermitente y los baños de mercurio.
Hidroterapia: A través de las propiedades del agua se puede mejorar el tono muscular, reducir la inflamación y favorecer la dinámica venosa. Las técnicas son la natación o baño en el mar, hidromasaje, baño en piscina, baños de contraste y gimnasia acuática.
Fármacos: Los linfofármacos son aquellas sustancias con acción linfocinética, antiedematosa, proteolítica tisular y antiinflamatoria. El fármaco de elección son las Benzopironas.
Tratamiento quirúrgico: La cirugía es posible en la mayoría de los casos pero no conduce a una regresión total y definitiva del edema.
El Linfedema es una complicación seria que no debe minimizarse. Acuda con un especialista para su tratamiento oportuno.