Lesiones dentales

Los dientes son estructuras de tejido mineralizado que nos ayudan a masticar alimentos para una buena digestión

Cuando alguna de las piezas dentarias que poseemos recibe un golpe o impacto externo (consecuencia por ejemplo de un puñetazo, golpe con objeto contundente, etc.) o interno (cierre brusco de la boca por ejemplo al golpearse fuertemente la barbilla), los dientes pueden arrancarse, partirse o aflojarse, aumentando su movilidad, o fisurarse (ruptura del diente permaneciendo los fragmentos unidos).

El tratamiento inmediato aumenta claramente las posibilidades de salvar el diente.

¿Qué debemos hacer ante un caso de lesión dental?. Cuando sufrimos un accidente que afecta la cara o las cercanías de la boca, debemos:
Revisar el estado de las piezas dentales mirándonos ante un espejo, o tocando suavemente con un dedo la corona dental (parte visible del diente). Buscar los dientes o fragmentos de éstos que nos faltan, para trasladarlos a la consulta del dentista. Guardaremos el diente o fragmento en un recipiente limpio, con alguno de los siguientes líquidos: sangre, saliva, suero, o leche; siendo de mejor calidad para el transporte la sangre que se desprende como consecuencia de la pérdida dental.
Acudir al dentista de manera urgente. Las posibilidades de reimplantar con éxito un diente que ha sido perdido por un accidente aumentan en gran medida cuanto antes se realice el reimplante (lo ideal seria realizarlo antes de la primera media hora tras el traumatismo).

Si se produce a consecuencia del accidente una lesión importante de los labios, las encías, o del hueso que sostiene los dientes (fractura dento-alveolar), puede ser necesario ser examinado y tratado por un cirujano maxilofacial, además de descartar lesiones faciales graves que precisen tratamiento urgente (fracturas de mandíbula, heridas complejas de suturar o que afectan a zonas importantes, etc.)

 ¿Cómo puede ayudarme el dentista?

En ocasiones se puede realizar el reimplante del diente si se siguen los siguientes pasos: Acudir urgentemente a un dentista, el hueso que rodea al diente (alveolo) no esta muy destruido, el estado general del paciente lo permite.

Los dientes de leche no deben reimplantarse porque se podría dañar el diente definitivo que se encuentra debajo, tratándose además de una pieza que tarde o temprano será sustituida por un diente definitivo (existe recambio natural).

Si la encía que rodea el diente se encuentra herida, puede ser necesario que el dentista o el cirujano maxilofacial tengan que dar puntos de sutura.

Cuando lo que se ha producido es una ruptura de parte del diente, el dentista puede reconstruirlo utilizando el fragmento desprendido, o mediante un empaste de color similar al del diente dañado.

Es necesario colocar algún dispositivo que ayude a inmovilizar los dientes reimplantados o que se mueven después del impacto; para ello el dentista coloca una férula, que mantiene unidos los dientes móviles o reimplantados, a los dientes vecinos que permanecen firmes, durante un tiempo variable.

Si se han producido heridas en la cavidad bucal o en otras localizaciones, puede ser necesario administrar antibióticos.

El dentista deberá revisar regularmente el estado del diente reconstruido o reimplantado, mediante una exploración clínica y radiografías de control; en el caso de haber suturado heridas retirará los puntos en un plazo aproximado de 7-10 días.

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