Uno de los problemas más comunes en las personas de la tercera edad son las caídas, que pueden afectar seriamente su movilidad al sufrir golpes y fracturas y que pueden convertirse en serios problemas físicos y psicológicos.
Se estima que la mayoría de estos accidentes se originan en la debilidad muscular, problemas de audición, o de visión, alteraciones de la postura y los obstáculos de tipo arquitectónico. Asimismo inciden, de acuerdo con estudios realizados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, el IMSS, la deficiente iluminación de un lugar, pisos con superficie resbalosas o escaleras sin antiderrapantes o el uso de calzado con tacón.
Desafortunadamente, la gran mayoría de los pacientes acuden al especialista solamente después de sufrir una lesión seria, ya que en el 75% de los casos buscan ayuda médica después de sufrir una fractura en especial de cadera o muñeca , lo que se traduce en inmovilidad y depresión del paciente adulto mayor. Situación que puede agravarse si sufren enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión arterial.
Por ello, los médicos recomiendan a los familiares de este sector de la población tomar medidas de prevención en las viviendas, evitando sitios con superficies irregulares o mobiliario inestable. Igualmente es importante que los adultos mayores realicen ejercicios para la marcha y equilibrio, lo que se estima reduce hasta en una tercera parte el riesgo de sufrir una caída.