Un nuevo informe de la empresa Unilever revela porqué el gigante de productos de consumo optó por suspender el trabajo con el suplemento contra la grasa Hoodia tras invertir 25 millones de dólares en su desarrollo.
En un ensayo clínico, el extracto de Hoodia no modificó de manera alguna el apetito o el consumo de comida, pero sí provocó una gran cantidad de efectos adversos, como vómitos, sensaciones extrañas en la piel, aumento de la presión arterial y taquicardia.
Esta noticia defraudará a los consumidores, que pueden comprar Hoodia por internet por menos de 20 dólares.
Uno de esos sitios, por ejemplo, asegura que Hoodia reduce el apetito casi inmediatamente después de tomar unos pocos miligramos.
G. Harvey Anderson, profesor de nutrición de la University of Toronto, comenta que la aparición del informe es un gran logro.
Es un estudio importante porque demuestra que toda la promoción comercial alrededor de Hoodia pertenece a la categoría ‘demasiado bueno para ser real’.
Todo había comenzado bien para el extracto herbáceo derivado de la planta Hoodia gordonii, que durante milenios utilizaron los bosquimanos de Kalahari para evitar el hambre durante los prolongados recorridos para cazar.
Supuestamente, el ingrediente activo de la planta lo aisló el Consejo Sudafricano para la Investigación Científica e Industrial.
Pero en el 2008, la empresa con sede en Londres y Rotterdam decidió suspender el proyecto y le explicó a Bloomberg News que Hoodia no reunía los estándares de seguridad y efectividad.
El informe, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, demuestra que eso sólo fue para cubrir las formas.
Un equipo de Unilever dividió al azar a 49 mujeres sanas con sobrepeso en dos grupos, que permanecieron en una clínica y recibieron dos porciones diarias de yogur durante 15 días. En el yogur de un grupo, el equipo había mezclado 1.110 miligramos de Hoodia.
Las participantes podían comer la cantidad de comida deseada durante la estadía en la clínica, y aun así, el equipo no halló diferencia alguna en el consumo de calorías o la pérdida de peso entre los grupos. Y Hoodia no redujo la sensación de hambre.
Además, al grupo tratado con Hoodia no le fue tan bien como al grupo de control: hubo 208 casos de efectos adversos, como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y sensaciones extrañas en la piel. Esa cantidad fue el triple de los casos informado en el grupo de control.
Se registró también un aumento de las pulsaciones y la presión, y signos de daño hepático.
Hay muchos suplementos comerciales que se promocionan como productos con H. gordonii.
Fuente: American Journal of Clinical Nutrition