Se ha encontrado que las mutaciones en tres genes son más comunes en las personas con trastornos del esófago, incluso las que tienen cáncer del esófago y esófago de Barrett (una complicación de la enfermedad del reflujo gastrointestinal), muestra un estudio realizado en la Clínica Cleveland, a cargo de la Dra. Charis Eng.
Los hallazgos pueden ayudar a identificar a quienes están en mayor riesgo de esas afecciones, y llevar a mejores tratamientos, aseguran los investigadores en un informe que aparece en la revista Journal of the American Medical Association.
Encontrar una predisposición genética puede mejorar la evaluación del riesgo premórbido, la consejería genética y la gestión. Los hallazgos son significativos pues los casos de cáncer del esófago han aumentado en 350 % en los últimos 40 años, y el esófago de Barrett (que se cree precede al cáncer) afecta al 10 % de la población.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores ubicaron tres genes importantes (conocidos como MSR1, ASCC1 y CTHRC1) asociados tanto con el cáncer de esófago como con el esófago de Barrett.
De los 116 pacientes analizados, se hallaron mutaciones en esos tres genes en trece personas. En conjunto, estos tres genes dieron cuenta del 11% de los casos, reflejando lo que normalmente se considera una carga genética de moderada a alta para una enfermedad.
Los autores del estudio señalaron que se necesita más investigación para respaldar los hallazgos. Añadieron que también se necesitan estudios más grandes para explorar cómo estos genes pueden usarse para diagnosticar o evaluar el riesgo de trastornos del esófago de los pacientes.
Fuente: Journal of the American Medical Association