Las fumadoras que portan ciertas variantes genéticas están en mayor riesgo de sofocos menopáusicos que las fumadoras que no tienen esas diferencias genéticas, plantea un estudio realizado por la Dra. Samantha Butts, de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia EUA.
Un análisis de datos de casi 300 mujeres en edad reproductiva avanzada a quienes se dio seguimiento durante once años mostró que las fumadoras con unas variaciones específicas (polimorfismos de un solo nucleótido) en los genes que afectan el metabolismo son más propensas a sufrir de sofocos que las fumadoras que no portan esas variantes genéticas.
El estudio aparece en la revista Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
El informe demuestra el impacto de fumar sobre los sofocos como función de variantes en genes que tienen que ver con el metabolismo sexual esteroide en mujeres de edad reproductiva avanzada, y sugiere que ciertas fumadoras tienen una mayor susceptibilidad a los sofocos en base a su genética.
Las mujeres que fuman y que portan una variante genética en particular podrán beneficiarse de métodos agresivos dirigidos a la cesación del tabaquismo, sobre todo si saben que fumar es un factor contribuyente significativo a sus síntomas menopáusicos, investigaciones anteriores demostraron que fumar se relaciona con un inicio más temprano de la menopausia, un mayor riesgo de sofocos y un mayor riesgo de osteoporosis postmenopáusica.
Es posible que, para las mujeres que portan los polimorfismos de un solo nucleótido relevantes, fumar pueda poner en peligro el éxito reproductivo en las mujeres jóvenes que intentan quedar embarazadas y presentar riesgos de salud hasta bien entrada la menopausia, haciendo que este sea un problema grave de salud pública.
Fuente: Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism