Para una persona sin antecedentes de adicción y que carece de trastornos psiquiátricos graves, los narcóticos son relativamente seguros, una revisión de la literatura médica realizada por la Dra. Silvia Minozzi, demuestra que menos del 5% de los pacientes con dolor crónico tratados con narcóticos se vuelve adicto al fármaco.
Los analgésicos opioides, como la oxicodona, el fentanilo y la morfina, están disponibles desde hace poco tiempo para los pacientes con dolor crónico, antes, esos productos estaban reservados casi exclusivamente a los pacientes con cáncer y las personas con dolor suficientemente pasajero como para evitar la adicción.
Su uso se amplió (a los pacientes con dolor crónico) y, desde entonces, existe una ola de adicción, en especial en los últimos cinco años, un equipo de The Cochrane Collaboration, un grupo independiente que revisa la investigación de medicamentos, reunió los resultados de 17 estudios sobre más de 88.000 pacientes. A todos se les habían recetado opioides para tratar el dolor crónico, que en la mayoría de los casos no era de origen oncológico.
En 10 estudios, los pacientes habían utilizado los analgésicos durante un período de entre tres meses y varios años, mientras que en un estudio se había evaluado el uso en el corto plazo (varios días) y en el resto no se mencionaba la duración del tratamiento.
En total, un 4,5% de los participantes habían desarrollado adicción a los analgésicos, es un porcentaje bajo, sostuvo la Dra. Minozzi, miembro del Grupo de Drogas y Alcohol de Cochrane en Roma.
Aunque el 4,5% fue la proporción de adicción más común, la Dra. Minozzi señaló que hubo una gran variación entre los estudios (entre 0 y el 31%), lo que puede atribuirse al diseño de las preguntas sobre las conductas personales.
La revisión de la Dra. Minozzi determinó que los pacientes que alguna vez habían consumido drogas eran más propensos a desarrollar adicción a los analgésicos recetados.
En la mayoría, la adicción aparece, pero no es muy común. Pero si se le da un frasco grande de Percocets a cualquier persona que alguna vez fue adicta, que podría o no consumir cocaína y marihuana simultáneamente, siente dolor y debería recibir algún tratamiento, seguramente será mucho más propensa a tener algún problema.
El experto opinó también que estos resultados ayudarán a los médicos a evaluar a los pacientes para determinar quiénes son los más vulnerables y, así, indicarles las intervenciones más adecuadas.
Fuente: Addiction