Hay una relación directa entre los alimentos que consumimos y nuestro estado de ánimo. Muchas veces podemos notar que nuestro humor se ve afectado al inicio de la dieta y eso termina siendo el detonante para que muchas personas abandonemos el plan.
El cuerpo necesita determinada cantidad de energía y nutrientes para poder funcionar correctamente, al no tenerlos el sistema nervioso se siente afectado y comienza a enviar señales de que algo está faltando. Además del mal humor también puedes notar problemas de concentración y cansancio excesivo.
Para evitar que eso suceda opta por una dieta variada, combina lo que te gusta con lo que te hace bien, evita pasar todo el día sin comer, al contrario, realiza pequeñas comidas cada 3 o 4 horas, de esa forma le exiges al organismo que esté continuamente trabajando. Nunca dejes pasar más de 5 horas sin ingerir alimento.
Procura incluir granos en tu dieta (nueces, almendras, avellanas, etc) así como semillas de calabaza o girasol. Son excelentes fuentes de grasas saludables que ayudan a mantener tu sistema nervioso en calma y conservar el buen humor. Sin embargo no debe ingerirlos en exceso porque su contenido calórico es elevado. Una cantidad razonables es de 6 a 9 almendras en la colación vespertina a media tarde.
Una alimentación demasiado estricta puede servirte para entrar en ese vestido que tanto deseas, pero lo ideal es un cambio de hábitos, que te va a permitir bajar de peso de forma saludable y mantener tu buen humor.