Hacer ejercicio durante el embarazo parece mejorar el desarrollo del feto, de acuerdo con un estudio de Estados Unidos.
En el estudio participaron mujeres embarazadas de 20 a 35 años que se dividieron en dos grupos. Las que estaban en el grupo de ejercicio realizaron ejercicios aeróbicos de intensidad moderada al menos 30 minutos tres veces a la semana. Las que estaban en el grupo de control no se ejercitaban de manera regular.
Un equipo de la Universidad de Medicina y Biociencias de Kansas City y del Centro Médico de la Universidad de Kansas usó pruebas no invasivas para monitorizar el desarrollo fetal, la respiración y los movimientos corporales, así como la frecuencia cardiaca fetal y el control del sistema nervioso autónomo.
El objetivo principal del estudio era determinar si el ejercicio durante el embarazo resultaba en beneficios cardiovasculares para el feto. El segundo objetivo era determinar si el ejercicio durante el embarazo aumentaba los movimientos respiratorios fetales, un marcador de bienestar y del desarrollo funcional del sistema respiratorio.
El estudio encontró que:
La frecuencia cardiaca era significativamente más baja en el grupo de ejercicio durante los periodos de movimientos respiratorios y no respiratorios.
La variabilidad total y a corto plazo de la frecuencia cardiaca fetal era más alta en el grupo de ejercicio durante los movimientos respiratorios.
Los fetos expuestos al ejercicio tenían medidas más altas de control vagal (cardiovascular) durante los movimientos respiratorios.
No se observaron diferencias significativas en el control vagal entre ambos grupos durante los periodos de movimientos no respiratorios fetales, ni tampoco hubo diferencias respiratorias ni de grupo en el control de la frecuencia cardiaca simpática.
«Estos hallazgos sugieren un beneficio potencial del ejercicio materno sobre el desarrollo fetal debido a la relación entre los movimientos respiratorios fetales y el desarrollo del sistema nervioso autónomo», concluyeron los investigadores.
El estudio será presentado en la reunión anual de la American Physiological Society del 18 al 22 de abril en Nueva Orleáns.