El estudio de mayor duración sobre la detección del cáncer de mama demostró que las mamografías regulares previenen muertes por tumores mamarios y que la cantidad de vidas salvadas aumenta con el tiempo, publicó un equipo internacional de investigación.
El estudio sobre 130.000 mujeres de dos comunidades suecas mostró que un 30 % menos de las pacientes en el grupo sometido a controles murieron por cáncer de mama y que ese efecto persistía año tras año.
29 años después del inicio del estudio, los investigadores hallaron que la cantidad de mujeres salvadas de cáncer de mama aumentaba con cada año adicional de pesquisa.
Cuanto más tiempo observamos, más vidas son salvadas, indicó el investigador, Dr. Stephen Duffy de Queen Mary, University of London, cuyo estudio fue publicado en la revista Radiology.
La Dra. Stamatia Destounis, radióloga del Centro de Cuidado Mamario Elizabeth Wende en Rochester, Nueva York, comenta que los radiólogos han estado reuniendo los resultados del estudio sueco por años y que los nuevos hallazgos muestran que el control del cáncer de mama implica un beneficio mayor al pensado.
La experta señaló que los cambios en las guías de control de Estados Unidos hace dos años -que retrocedieron en las recomendaciones sobre la detección del cáncer mamario, causaron mucha confusión entre médicos y pacientes sobre los beneficios de las mamografías.
Se debe educar mucho a los pacientes y a sus médicos, señala la Dra. Destounis.
En el estudio, las mujeres fueron divididas en dos grupos: uno que recibió una invitación para controlarse por cáncer de mama y otro que fue tratado de manera habitual.
La fase de control del ensayo duró unos siete años. Las mujeres de 40 a 49 años fueron controladas cada dos años y las de entre 50 y 74 años, aproximadamente cada tres años.
Los resultados indican que en 1.000 mujeres controladas durante 10 años, se prevendrían tres muertes por cáncer mamario, la mayoría de las muertes evitadas se hubieran producido más de una década después de que se iniciara el control.
Esto señala que los beneficios de la detección a largo plazo, en términos de muertes prevenidas, son más del doble de los que suelen citarse en seguimientos a corto plazo.
Los nuevos datos suman evidencia sobre los beneficios a largo plazo de los controles mamográficos regulares.
El Dr. Duffy indicó que cree que un esquema razonable de control sería el siguiente: en las mujeres de 40 a 54 años, cada 18 meses; y en las mayores de 55, cada dos años.
El experto añadió que los nuevos resultados no se detienen en el tema de la frecuencia de los controles, pero dejan en claro que las mastografías funcionan.
Los resultados combinados de todos los ensayos de control, la mamografía en las mujeres de 40 a 49 años reduce las muertes por cáncer de pecho.
El cáncer mamario es la segunda causa de muerte por tumores entre las mujeres estadounidenses, después del cáncer pulmonar. Provoca el deceso de 500.000 personas por año en todo el mundo y se diagnostica en cerca de 1,3 millones a nivel mundial.