Los pesticidas aumentan el riesgo de defectos de nacimiento, según afirman investigadores que encontraron que los mayores índices de defectos de nacimiento en bebés de los Estados Unidos.
Principalmente, se presentan entre los bebés concebidos en la primavera y el verano, el mismo tiempo en que aumentan los niveles de pesticidas en el agua de la superficie.
Los investigadores analizaron los 30.1 millones de nacimientos de los Estados Unidos, entre 1996 y 2002. Encontraron una potente asociación entre mayores índices de defectos congénitos entre las mujeres cuyo último periodo menstrual fue en abril, mayo, junio o julio, así como niveles elevados de nitratos, atrazina y otros pesticidas en el agua de la superficie durante los mismos meses.
Los datos mostraron una correlación estadísticamente significativa entre el último periodo menstrual y los altos índices de defectos de nacimiento para la mitad de 22 categorías de efectos congénitos, entre ellos espina bífida, paladar hendido, pie equino-varo y síndrome de Down.
«Las concentraciones elevadas de los pesticidas y otras sustancias químicas agrícolas en el agua de superficie entre abril y julio coincidió con un riesgo significativamente mayor de defectos de nacimiento en los nacimientos vivos concebidos por mujeres cuyo último periodo menstrual comenzó en los mismos meses», afirmó en un comunicado de prensa de la Facultad de medicina de la Universidad de Indiana el doctor Paul Winchester, primer autor del estudio y profesor de pediatría clínica de la facultad. «Aunque nuestro estudio no probó una relación causal, el hecho de que los defectos de nacimiento y los pesticidas en el agua de superficie alcancen su punto máximo en los mismos cuatro meses nos hace sospechar que ambas cosas están relacionadas», señaló.
Hace mucho que se cree que estas sustancias químicas representan una amenaza para los embriones en desarrollo, pero este es el primer estudio en hacer una conexión entre los defectos congénitos y los niveles elevados de pesticidas en el momento de la concepción, dijeron los autores. El estudio aparece en la edición de abril de la revista Acta Pediátrica.
«Los defectos congénitos, que afectan a alrededor de tres de cada cien recién nacidos en los EE. UU., son una de las principales causas de muerte infantil. Lo que nos tiene más emocionados es que si nuestra sospecha es correcta y los pesticidas contribuyen al riesgo de defecto congénito, podemos revertir o modificar los factores que causan estos problemas médicos tan graves, que con frecuencia son de por vida», apuntó Winchester.
Entre los factores conocidos de los defectos congénitos están el uso de alcohol, el tabaquismo, la diabetes y la edad avanzada entre las mujeres embarazadas. Pero incluso las madres que no tenían estos factores de riesgo presentaban un mayor índice general de defectos de nacimiento para los bebés nacidos de abril a julio, encontró el estudio.
«Estas observaciones del Dr. Winchester son extremadamente importantes, ya que generan por primera la pregunta vez sobre el efecto adverso potencial de estas sustancias comúnmente utilizadas para el resultado del embarazo, la salud y bienestar de nuestros niños», apuntó el Dr. James Lemons, profesor de pediatría de la Facultad de medicina de la IU, en el comunicado de prensa.