Davos, dividido sobre cómo abordar la epidemia de obesidad

El Foro Económico Mundial ha conseguido en el pasado algunos avances significativos en materia de salud, pero abordar el incremento de la obesidad promete ser una labor mucho más complicada

La obesidad es un factor clave en el desrrollo de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, impone costos tanto al sector público como al privado y es un lastre para el crecimiento económico, pero los líderes empresariales reunidos en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza no se ponen de acuerdo sobre qué pueden o qué deben hacer para afrontarla.

El Foro Económico Mundial ha conseguido en el pasado algunos avances significativos en materia de salud, como el respaldo a la lucha contra el sida y la vacunación infantil en países pobres, pero abordar el incremento de la obesidad promete ser una labor mucho más complicada.

Hay enormes intereses implicados. La cuestión es ¿cómo conciliar tantos intereses? La industria ve un impacto en su línea de flotación, necesita trabajadores y consumidores saludables, comenta  Olivier Raynaud, experto en salud y atención sanitaria del Foro que se desarrolla en Davos.

El Foro Económico Mundial estima que se pueden perder  47 billones de dólares en los próximos 20 años debido a enfermedades no transmisibles y problemas de salud mental, con la obesidad culpable de un 44% de los costos por diabetes y de un 23%  del presupuesto de las enfermedades del corazón.

Un vistazo a la lista de socios estratégicos del FEM muestra la cantidad de intereses en juego: a las compañías de alimentos y bebidas se las culpa de agravar la crisis, mientras que los laboratorios farmacéuticos se benefician de las tasas crecientes de enfermos de diabetes.

También hay cuestiones de elección de los consumidores que hay que tener en cuenta, y el hecho de que las empresas que venden alimentos ricos en calorías también ofrecen a menudo alternativas más saludables, se puede dejar de vender helados, pero la gente va a seguir queriendo comer helado, comenta Paul Bulcke, consejero delegado de la empresa global Nestlé, que ha invertido en desarrollar productos más sanos, incluidos los helados bajos en grasa.

La empresa Coca-Cola, cuyo consejero delegado Muhtar Kent es uno de los copresidentes de la reunión de Davos de este año, lanzó un anunció en la televisión por cable de Estados Unidos que pretende dar a conocer los esfuerzos de la compañía en su lucha contra la obesidad.

Mientras la industria de los refrescos enfrenta la amenaza de una regulación más estricta, el anuncio destaca que Coca-Cola vende alrededor de 180 bebidas bajas en calorías o sin ellas, y recuerda a los espectadores «si comes y bebes más calorías de las que quemas, engordarás».

El Foro de Davos celebrará una reunión privada sobre «vida sana» en la que participarán ejecutivos de los sectores alimentario, agrícola y sanitario, así como reguladores y ministros de salud, e intentarán alcanzar un acuerdo sobre medidas concretas.

Nike, otra empresa con una clara agenda sobre este tema, encargó un estudio que estima que el 9% de las muertes prematuras en el mundo se deben a la inactividad y al sedentarismo.

 Todo el mundo va a tener que hacer mucho más si queremos cambiar la situación, especialmente en los países de ingresos medios.

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