La muerte de Anthony Bourdain, chef y escritor conmociona al mundo… Un hombre considerados por todos como exitoso perdió la vida aparentemente por suicidio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el suicidio figura entre las tres primeras causas de muerte entre los 15 y los 44 años de edad. Cada 40 segundos una persona se suicida en alguna parte del mundo.
Entre los trastornos psiquiátricos que se relacionan más con la conducta suicida está el trastorno depresivo mayor, pero también el trastorno bipolar, la esquizofrenia, trastornos limítrofes de personalidad o algunas conductas donde las personas tienden a ser muy autodestructivas e impulsivas.
Además de las enfermedades psiquiátricas, el consumo excesivo de alcohol y las drogas ilícitas son factores predisponentes al suicidio. Un grupo especialmente vulnerable es el de los niños y adolescentes que sufren de algún tipo de agresión ya sea en el ámbito familiar o escolar. En los adultos, los actos suicidas difieren de acuerdo con el género.
Las estadísticas revelan que las mujeres realizan mayor número de intentos de suicidio pero los hombres lo logran más que las mujeres, justo porque los hombres utilizan intentos de suicidio de alta letalidad con armas de fuego o con ahorcamiento mientras que las mujeres por lo regular recurren a algún tipo de intoxicación medicamentosa o a cortes superficiales en la piel.
La conducta suicida incluye desde las amenazas de quitarse la vida y los llamados gestos suicidas, que implican conductas de riesgo en las cuales la persona piensa en la posibilidad de matarse, hasta el acto suicida propiamente. Cualquiera de estas, debe alertar de que la persona requiere de atención especializada.
Los tratamientos antidepresivos tienen un alto porcentaje de respuesta. Si el problema tiene que ver con un trastorno de personalidad, hay que poner gran atención en la psicoterapia para que las personas puedan ir resolviendo los conflictos.
La Organización Mundial de la Salud revela que la mayoría de los suicidios pueden prevenirse con atención oportuna de la persona que amenaza con suicidarse, limitando el acceso a artefactos para suicidarse como armas y medicamentos, dar seguimiento a personas que han intentado suicidarse, además de tratar adecuadamente a quienes sufren de trastornos mentales.