El director del Hospital General de Zona del IMSS, Dr. Juan Arnoldo Pacheco, comenta que el colesterol elevado en la sangre constituye un riesgo importante para el desarrollo de litiasis biliar, es decir, piedras en la vesícula, patología cuya única solución es la cirugía.
La vesícula es un pequeño órgano que actúa como un reservorio, donde se concentra la bilis secretada por el hígado para digerir las grasas, en ocasiones los cristales de colesterol se mezclan con la bilis y forman piedras, ésta patología es más común en mujeres, cuatro veces más que el hombre, por lo general se presenta a partir de los 40 años, los principales síntomas son: fiebre, náuseas, vómito, dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen y ocasionalmente ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos).
Una dieta rica en grasas saturadas e hidrogenadas, junto con una predisposición familiar, son factores que incrementan el riesgo a desarrollar litiasis biliar, sin olvidar que la obesidad juega también un papel muy importante como detonador de la misma.
Una vez que se diagnostica litiasis en la vesícula, el paciente debe ser operado, si se permite que avance, se corre el riesgo de complicaciones, siendo la más severa, la pancreatitis, la cual es potencialmente mortal, la cirugía para eliminar piedras en la vesícula es de las más frecuentes en hospitales de segundo nivel, como es el caso del Hospital General de Zona 14, donde se hacen entre 700 y 800 intervenciones de este tipo al año.
Otro factor que predispone al desarrollo de piedras vesiculares es el embarazo, pues condiciona un desplazamiento de las vísceras abdominales que a su vez generan presión en algunos conductos, como es el caso de los conductos biliares, con lo que se dificulta su adecuado vaciamiento, e incrementa con ello la posibilidad de formar piedras.
Ante los síntomas ya referidos, como náuseas y vómitos, así como dolor por debajo de las costillas del lado derecho, suelen confundirse con gastritis, no se debe recurrir a la automedicación, se debe acudir al médico. Un ecosonograma, que es un estudio muy sencillo y rápido, permite un diagnóstico muy preciso de la litiasis biliar.