Según datos de la OMS, una vida larga es un signo de buena salud, el envejecimiento de la población mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, es un indicador de la mejora de la salud mundial. La población mundial de 60 años o más es de 650 millones, y se calcula que en 2050 alcanzará los 2000 millones.
Sin embargo, esta tendencia positiva se acompaña de retos sanitarios especiales para el siglo XXI. Es imprescindible preparar a los médicos y prestadores de atención sanitaria para que atiendan las necesidades de las las poblaciones mayores: formación de los profesionales médicos en la atención a las personas mayores; prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas asociadas a la edad; formulación de políticas sustentables en materia de atención a largo plazo, atención paliativa, y desarrollo de servicios y entornos adaptados a las necesidades de las personas mayores.