Ingerir bebidas muy calientes, puede provocar cáncer de garganta, advierten investigadores iraníes, y aconsejan que se deje enfriar las bebidas humeantes.
Estudios previos han relacionado al tabaco y al alcohol con el cáncer de esófago y la investigación publicada en la revista British Medical Journal sugiere que las bebidas hirvientes podrían, de alguna manera, facilitar el camino a tales tumores.
El beber té muy caliente a una temperatura superior a los 70 grados centígrados está asociado con un aumento de ocho veces del riesgo de desarrollar cáncer de garganta, comparado con las personas que beben té tibio a menos de 65 grados centígrados, dijeron los investigadores.
Reza Malekzadeh de la Universidad de Teherán de Ciencias Médicas y colegas estudiaron los hábitos de beber té de 300 personas con cáncer esófago y otros 571 hombres y mujeres sanos de la misma región en la provincia de Golestán en el norte de Irán.
Esa región tiene una de las mayores tasas de cáncer de esófago en el mundo, pero sus tasas de consumo de alcohol y tabaco son bajas, dijeron los investigadores. Casi todos los voluntarios bebían té negro con regularidad, consumiendo en promedio más de un litro cada día.
La gente que regularmente bebe te a menos de dos minutos de servirlo en la tasa estaba cinco veces más expuesta a desarrollar el cáncer, comparada con aquellos que esperaban cuatro o más minutos, dijeron los investigadores.
Estudios británicos han reportado que a gente prefiere su té a una temperatura promedio de entre 56 a 60 grados centígrados, apuntaron.
No está claro cómo el té podría causar cáncer, pero una idea es que las reiteradas lesiones termales a la pared del esófago de alguna manera lo inician, dijeron investigadores.
El cáncer de esófago mata a más de 500.000 personas en todo el mundo cada año, la mayoría de los casos se presenta en poblaciones pequeñas de Asia, Africa y Sudamérica. Los tumores son especialmente letales, con una tasa de superviviencia a cinco años de entre un 12 a un 31 por ciento.
Anteriormente esta semana, investigadores de Estados Unidos y Japón reportaron que cerca de un tercio de los habitantes del este de Asia -chinos, japoneses y coreanos- tienen una deficiencia enzimática que los pone en un mayor riesgo de desarrollar cáncer de esófago cuando beben alcohol.