El Senado en Argentina aprobó por unanimidad la llamada ley de «muerte digna», que permitirá a los pacientes con enfermedades terminales, o a sus familiares, negarse a recibir un tratamiento para permanecer con vida en caso de que su condición sea irreversible.
De acuerdo al proyecto definitivo aprobado por los senadores, se le da al paciente el derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también revocar posteriormente su manifestación de la voluntad.
Por ejemplo, un procedimiento que puede ser rechazado por un enfermo terminal, o sus familiares en caso de que el paciente no esté en capacidad de expresar un deseo, es la alimentación oral o los equipos que lo mantengan con vida.
El requisito principal es que exista un consentimiento claro por parte del afectado, o de sus familiares o representantes legales.
La idea es respetar la autonomía de la voluntad del paciente, quienes decidan ampararse en la nueva ley no tendrán que obtener una orden judicial para tomar la decisión de una muerta digna, sólo les bastará un documento notariado con la firma de dos testigos.