La desomorfina fue foco de atención en Rusia en 2010 debido al incremento en la producción clandestina de este compuesto, presumiblemente debido a su síntesis relativamente sencilla a partir de la codeína. La droga puede ser fácilmente elaborada a partir de medicamentos que contengan codeína tales como algunos jarabes para la tos o tabletas, yodo y fósforo rojo, en un proceso que resulta similar a la síntesis de metanfetamina a partir de la pseudoefedrina, sin embargo la desomorfina sintetizada de esta forma es áltamente impura y se encuentra contaminada con varios subproductos orgánicos tóxicos y corrosivos. El nombre callejero que se le da a esta desomorfina de origen casero es крокодил («krokodil», es decir «cocodrilo»), debido a una derivación del nombre clorocodida y al aspecto de piel escamosa que produce en muchos adictos, se utiliza como una droga alternativa a la heroína ya que resulta mucho mas barata. Debido a que esta mezcla se inyecta rutinariamente prácticamente sin ningún proceso de purificación, el «krokodil» ha ganado una terrible popularidad al ser responsable de la producción de gravísimos daños en los tejidos, flebitis y gangrena, requiriendo muchas veces la amputación de miembros adictos. El grado de daño sobre tejidos es tan elevado, que la expectativa de vida de los adictos a esta mezcla es de dos o tres años.
El abuso de la desomorfina de fabricación casera fue detectado inicialmente en Siberia central, en octubre de 2011 se encontraron indicios de «krokodil» en Alemania.En marzo de 2013 se encontraron rastros de utilización de la droga en Argentina. En octubre de 2013 personal médico en los estados de Arizona e Illinois, en EUA, reportó cinco casos de pacientes que mostraron lesiones en piel y músculos compatibles con el uso de esta droga.
El «Krokodil» puede provocar la explosión de los vasos sanguíneos, dejando la piel verde y escamosa, parecida a la de un cocodrilo, de ahí su nombre. En algunos adictos ha causado gangrena.