Las personas con altos niveles de ácido fólico en sangre son menos propensas a tener ciertos síntomas de alergia, revelaron nuevos estudios.
«Los resultados sugieren que el ácido fólico alimentario y los factores que modifican su metabolismo tendrían un papel importante en la aparición y el mantenimiento de la alergia y el asma», escribieron los autores del estudio, doctores Elizabeth C. Matsui y William Matsui, de Johns Hopkins School of Medicine, en Baltimore.
En las últimas dos décadas aumentó la cantidad de personas con alergias y asma en el mundo desarrollado, afirmaron los autores en Journal of Allergy and Clinical Immunology.
Y en los últimos años los niveles de ácido fólico en sangre en los ciudadanos estadounidenses crecieron debido a que en 1998 comenzó la fortificación de los productos de granos con vitamina B para prevenir las malformaciones congénitas, agregaron.
Para investigar el papel posible de los niveles de ácido fólico sanguíneo en las alergias, los autores estudiaron a 8.083 personas mayores de dos años que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2005-2006.
Los investigadores hallaron que cuanto más altos eran los niveles de ácido fólico en la sangre de los participantes, menores eran sus niveles de inmunoglobulina E, el anticuerpo responsable de las reacciones alérgicas.
Las personas con niveles más altos de ácido fólico eran también menos propensas a tener sibilancias y atopía, o la tendencia a desarrollar alergias.
Aunque además se observó una relación entre los niveles altos de ácido fólico y la baja probabilidad de tener un diagnóstico de asma, la asociación no resultó estadísticamente significativa.
Dado que el estudio fue cruzado (sólo analizó un único momento en el tiempo), los resultados no demostraron si los niveles altos de ácido fólico previenen la sensibilización a los alergenos y la aparición de alergias en personas ya sensibilizadas, o si los niveles de ese nutriente poseen alguna suerte de relación casual con los síntomas alérgicos.
Pero los resultados coinciden con los de otros estudios que habían asociado los niveles bajos de ácido fólico con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias, como cardiopatías y artritis reumática.
Los autores concluyeron que «se necesitan estudios prospectivos para conocer el papel potencial del uso de suplementos de ácido fólico en la prevención primaria, el tratamiento, o ambos, de las enfermedades alérgicas».
FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, junio del 2008.