Se filtró información acerca del tipo de cáncer que podría padecer el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. En un principio se creyó que el mandatario padecía de cáncer de colon o de próstata, sin embargo, extraoficialmente se dijo que el tumor maligno que fue extirpado al presidente venezolano en Cuba, es un sarcoma en la pelvis.
Los sarcomas de tejidos blandos de la pelvis son tumores malignos poco comunes que suelen presentarse en la edad adulta.
El Dr. Rogelio Martínez, Cirujano Oncólogo explica que estos tumores corresponden al grupo heterogéneo de sarcomas de partes blandas, que son tumores raros de origen mesenquimatoso: tejido graso, tejido nervioso, músculo liso o esquelético, vasos sanguíneos y tejido fibroso, que constituyen el 1% de todas las neoplasia de adultos,
No se conoce la causa para desarrollo de los sarcomas en la pelvis. Estos tumores generalmente crecen detrás de la gruesa membrana que se encuentra en el abdomen llamada peritoneo y ocasionan síntomas difusos como dolor, obstrucción o sangrado. A veces llegan a adquirir un tamaño suficiente para ser palpables en el abdomen.
El Dr. Martínez comenta que el tratamiento fundamentalmente es quirúrgico, es decir extirpar el tumor y con la radioterapia aumenta las posibilidades de control local aunque las dosis generalmente son insuficientes por la posibilidad de morbilidad alta en tejidos y órganos adyacentes y la quimioterapia no aumenta la sobrevida de los pacientes con estos tumores.
El pronóstico de los sarcomas en la pelvis depende de la etapa en la que se encuentra al momento del diagnóstico.
El Dr. Martínez refiere que los tumores mayores de 5 cm, mal diferenciados y profundos tienen altas posibilidades de diseminación y regreso local de la enfermedad con pronóstico malo. Las recurrencia locales o a distancia se presentan generalmente antes de un año del tratamiento y con la diseminación de la enfermedad los tratamientos son solo paliativos.
En general, el pronóstico de los pacientes con sarcoma en la pelvis suele ser sombrío, de hecho, algunos oncólogos comparan su agresividad a la del cáncer de páncreas.